Natixis Investment Managers ha depositado su confianza en la Bolsa de Estados Unidos, anticipando que 2026 será un año marcado por la estabilidad política de Donald Trump y un fortalecimiento del dólar. Esta gestora francesa prevé además una reducción de tipos de interés, tanto por parte de la Reserva Federal como del Banco Central Europeo, y destaca al Ibex como el índice europeo más prometedor.
Una mirada optimista hacia Estados Unidos
Durante una presentación a los medios, Mabrouk Chetouane, jefe de estrategias de mercados de Natixis IM, manifestó: “Nos inclinamos por Estados Unidos en lugar de Europa”. La firma confía en un crecimiento del PIB estadounidense del 2,1% para 2026, una leve mejora respecto al 1,9% proyectado para 2025. Por el contrario, la economía de la zona euro se desacelerará, con un pronóstico que baja del 1,4% actual al 1,1%.
Beneficios empresariales en el centro de la estrategia
Chetouane también afirmó su preferencia por mercados que priorizan los beneficios. Esta estrategia se aplica tanto al mercado estadounidense como al español. Este último, con un crecimiento cercano al 45% en lo que va del año, se basa fundamentalmente en el aumento de los beneficios empresariales, en lugar de la mera expansión de múltiplos, como ocurre en otras bolsas europeas. Además, la Bolsa española está bien posicionada en sectores que Natixis IM ve con buenos ojos: banca y energía.
Expectativas para el sector bancario y energético
La confianza en estos sectores se apoya en la anticipación de nuevas reducciones de tipos por parte del BCE, con el objetivo de llevar los intereses al 1,5% después del verano de 2026. También se esperan dos recortes adicionales de un cuarto de punto por parte de la Reserva Federal, lo que, según Chetouane, contribuirá a una atmósfera más tranquila en el entorno político de EE. UU. Esto es crucial, sobre todo ante las elecciones legislativas de medio mandato. Kevin Hasset, posible sucesor de Jerome Powell en la Fed, podría adoptar un enfoque más conservador, ya que Trump buscará estabilidad para asegurar un entorno financiero sólido en esos momentos clave.
A medida que se avecina este panorama, las miradas permanecen atentas a las dinámicas inflacionistas que podrían afectar la economía estadounidense, un factor que no se debe perder de vista en este contexto.
