La Copa del Mundo de 2026, el evento deportivo más esperado del planeta, no ha estado exenta de controversia en su camino hacia la gloria.
Los elevados precios de las entradas han generado preocupación entre los aficionados, que sienten que el sueño de ver un partido en vivo está más allá de su alcance. Esto es especialmente cierto para muchos locales que viven en las ciudades anfitrionas, quienes expresan su descontento en foros digitales, compartiendo que les gustaría disfrutar del evento pero que no pueden permitírselo.
Además, si los costos iniciales de las entradas son altos, los precios en la plataforma oficial de reventa de la FIFA son aún más exorbitantes. Esta situación plantea una pregunta inquietante para los especialistas en marketing: ¿podría la imagen de la Copa Mundial perjudicar a las marcas asociadas en lugar de beneficiarlas?
No obstante, siendo la Copa Mundial más grande de la historia, celebrada en el lucrativo mercado norteamericano, representa una oportunidad única que no se debe pasar por alto.
Oportunidades de Marketing en la Copa Mundial 2026
Malcolm Buick, un experto de la agencia de marca Athletics, sostiene que existen múltiples formas para que las marcas triunfen durante el torneo. «Las empresas deben ir más allá de solo comprar publicidad», advierte.
Buick enfatiza que el verdadero valor radica en enriquecer la experiencia del aficionado. “Los que sobresaldrán son aquellos que realmente conecten con el público”, ya que los aficionados son capaces de distinguir entre marcas que genuinamente se involucran y aquellas que simplemente colocan su logotipo.
La difícil situación con los precios de las entradas, las condiciones climáticas, el horario de los partidos y los altos costos de transportarse a Estados Unidos crean un escenario desafiante. Sin embargo, Buick sugiere que los patrocinadores pueden enfocarse en apoyar a las empresas y comunidades locales, similar a lo que Visa ha estado haciendo al compartir recursos con pequeños negocios, o mediante clínicas de fútbol organizadas por otras marcas.
Enriqueciendo la Experiencia del Aficionado
Para los patrocinadores oficiales, la clave es aumentar el valor de la experiencia, no llenar el espacio con ruido innecesario. “Los aficionados no buscan patrocinadores; buscan vivir momentos emocionantes”, afirma Buick.
El mayor error que puede cometer una marca es intentar monopolizar la atención en lugar de ser parte del evento. Recordemos el incidente de 2010, cuando un emisora transmitió accidentalmente un anuncio de Hyundai durante un gol crucial de la selección inglesa, lo que generó una fuerte reacción negativa del público.
Aquellas marcas que no son patrocinadores oficiales también pueden sacar provecho del fenómeno cultural que rodea el torneo. Buick argumenta que la creatividad y la narrativa pueden ser igual de poderosas que los patrocinios formales. Por ejemplo, mientras Adidas patrocinaba el Mundial de 2002, Nike se destacó con su campaña The Cage, un torneo secreto que dejó una huella cultural profunda.
En años recientes, iniciativas como Welcome to Wrexham han captado la atención del público, y a pesar de que la Copa Mundial de 2025 estará centrada en el fútbol masculino, hay un amplio margen para crecer en el fútbol femenino, un área en pleno auge.
Con un Mundial que promete ser el más grande de la historia, hay innumerables historias por contar. Desde equipos inesperados como Uzbekistán hasta una posible participación de Cabo Verde, la diversidad del torneo es asombrosa. Sin embargo, al final del día, solo un equipo podrá levantar el codiciado trofeo.
Durante la reciente cumbre deportiva en Londres, una pregunta crucial surgió: “¿Es necesario ganar para ser exitoso como marca?” Buick responde que lo fundamental es la relevancia y autenticidad, subrayando que las estrategias más efectivas son aquellas que se enfocan en comunidades específicas. “Si logras que los aficionados sientan que los entiendes, ya has logrado tu objetivo”, concluye.