El Estado ruso ha tomado el control de la filial rusa del fabricante de yogur francés Danone y de la participación de la cervecera sueca Carlsberg en una compañía local, Baltika Breweries, conforme un decreto firmado por el presidente Vladímir Putin este domingo en razón de la ley de confiscación de activos extranjeros. Las dos empresas occidentales habían puesto en venta sus activos en Rusia tras la invasión de Ucrania.

El anuncio, recogido por la agencia Interfax, establece que las participaciones de propiedad extranjera en Danone Rusia y Baltika Breweries han quedado bajo la “administración temporal” de la Agencia de Gestión Federal de Propiedades (Rosimushchestvo). Concretamente, la agencia acepta el control del cien% de Baltika, incluyendo el noventa y ocho con cincuenta y seis% propiedad de la cervecera sueca. Asimismo, el cien% del negocio ruso de Danone asimismo ha quedado bajo la administración de la agencia.

La medida se genera una vez que las filiales rusas de la alemana Uniper y la finesas Fortum OyJ quedasen bajo control estatal en el mes de abril. El Kremlin advirtió en ese instante que podría requisar más activos occidentales en represalia por los movimientos extranjeros contra las compañías rusas fuera del país.

Danone afirmó en el mes de octubre pasado que buscaba un comprador para su negocio en territorio ruso. También Carlsberg afirmó en el primer mes del verano que había firmado un pacto para vender su negocio ruso y que la operación estaba pendiente de la aprobación de las autoridades regulativas.

Putin firmó un decreto en el mes de abril que deja el control estatal “temporal” sobre los activos de empresas o individuos de estados “antipáticos”, que incluyen a Estados Unidos y sus aliados, en contestación a movimientos afines, o la amenaza de ellos, por la parte de esos países.

Desde la invasión de Ucrania por Rusia, las grandes empresas occidentales han ido abandonando el país, como las navieras MSC y Maersk y conjuntos como Volvo, Daimler, Disney, Apple y Nike, aparte de españolas como Inditex y Mango.

Mercedes Cruz Ocaña