El ministro francés de Transportes, Clément Beaune, confirmó que su Gobierno prepara más impuestos para las compañías concesionarias de autopistas, que aseguró que no van a tener impacto en los peajes, y asimismo sobre los billetes de aeroplano.

Beaune explicó que “hay una discusión” sobre esos impuestos, si bien no deseó detallar y apuntó que debe concretarse en el proyecto de presupuestos para dos mil veinticuatro que se presentará en el mes de septiembre, conforme manifestó en una entrevista a la transmisora France Info. En cualquier caso, se esmeró en resaltar que los costos de los peajes están sometidos a reglas fijadas por contratos en un largo plazo y que si se establece una nueva tasación “eso no tiene ningún impacto sobre los peajes”.

En las últimas semanas, han aparecido diferentes informaciones sobre los planes del Ejecutivo del presidente, Emmanuel Macron, para ciertas subidas de impuestos y especialmente con las concesionarias de autopistas, al calor de una cierta polémica por sus elevados beneficios. Les Echos señalaba la semana pasada que la idea sería un impuesto sobre todas y cada una de las concesiones del ámbito del transporte, ya que judicialmente sería imposible que afectase solo a las autopistas, y eso dejaría colectar entre quinientos y seiscientos millones de euros anuales. En ese caso, asimismo se verían perjudicados los aeropuertos.

El razonamiento del Ejecutivo es que esas concesiones se han favorecido de la minoración del tipo del impuesto de sociedades, que en el primer orden de Macron pasó del treinta y tres% al veinticinco% y ha supuesto un incremento del resultado de siete mil novecientos millones de euros para las sociedades de autopistas entre dos mil dieciocho y dos mil veintidos.

En cuanto a los billetes de aeroplano, el propósito sería conseguir unos cien millones de euros auxiliares con una “eco-contribución” que gravaría primordialmente los de primera clase y de “business”. Ese dinero se destinaría, conforme el ministro, a financiar “la transición energética”, en la que el Gobierno desea dar prioridad al tren.

Mercedes Cruz Ocaña