Telefónica ha dado a conocer este lunes su propuesta inicial sobre el nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que impactará a 6.088 trabajadores de sus filiales. La compañía planea que 5.040 de estas bajas se realicen a través de prejubilaciones para aquellos empleados a partir de los 55 años, lo que representa un 82% del total. El resto se cubriría mediante bajas voluntarias, lo que podría llevar a la posibilidad de despidos forzosos si no se alcanzan los objetivos de prejubilación.
Detalles de la Propuesta
La dirección de Telefónica presentó esta propuesta en las mesas de negociación con los sindicatos, que representan a las tres filiales bajo el Convenio de Empresas Vinculadas (CEV): Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones.
El plan propone condiciones similares a las del ERE de 2024, incluyendo diferentes tramos de renta que varían según el año de nacimiento:
- Nacidos entre 1969 y 1971: 68% del salario hasta los 63 años y 38% para el período de 63 a 65 años.
- Nacidos entre 1965 y 1968: 62% del salario hasta los 63 años y 34% entre 63 y 65 años.
- Nacidos en 1964 y anteriores: 52% hasta los 63 años y 34% entre 63 y 65 años.
Además, la propuesta incluye:
- Un aumento anual del 1% en el salario regulador para el segundo tramo.
- Reversibilidad de las rentas.
- Convenio especial hasta los 63 años.
- Cobertura sanitaria básica.
- Aportaciones extraordinarias al plan de pensiones.
- Cobertura del sistema de protección social de Telefónica (ATAM) y los costes de las cotizaciones durante el desempleo.
Reacción de los Sindicatos
Los sindicatos UGT, CCOO y Sumados han valorado la propuesta de Telefónica como «insuficiente». Advirtieron que si no se introducen mejoras en aspectos como la voluntariedad, la universalidad y los porcentajes propuestos del salario regulador, no se alcanzará un acuerdo.
UGT, específicamente, criticó la oferta por eliminar la opción de aceptar solicitudes de voluntariedad en áreas consideradas críticas o no excedentarias. En un comunicado, el sindicato subrayó que, bajo estas condiciones, no sería posible lograr un pacto, lo que podría bloquear cualquier despido debido a la garantía de empleo vigente en el III CEV.
Este escenario plantea un reto importante tanto para la dirección de Telefónica como para los sindicatos en un contexto de transformación laboral en el sector.
