La Comisión Europea ha lanzado un ambicioso proyecto para simplificar la normativa digital que dará un respiro a las grandes tecnológicas. Presentado en Bruselas, el objetivo principal de esta iniciativa es permitir que las empresas dediquen menos tiempo al papeleo y concentren sus esfuerzos en la innovación. Entre las medidas más destacadas, se propone retrasar la implementación de la prohibición de sistemas de inteligencia artificial (IA) de alto riesgo por hasta 16 meses, un periodo más extenso que el año previamente considerado en las discusiones preliminares.
El reglamento europeo sobre la IA, que entrará en vigor en agosto de 2024, clasifica los sistemas en función de su potencial riesgo para la ciudadanía. Esto significa que herramientas de bajo riesgo, como los detectores de spam, operarán sin restricciones, mientras que aquellas consideradas de riesgo inaceptable quedarán completamente prohibidas. Esta categoría incluye sistemas que exploten vulnerabilidades humanas o que puedan manipular emociones, razas u opiniones políticas.
Las aplicaciones de alto riesgo, que deberán ser supervisadas de manera constante, abarcan desde sistemas de identificación biométrica remota hasta aquellos relacionados con la seguridad de infraestructuras críticas, educación y servicios públicos. La tan esperada supervisión para estos sistemas, originalmente programada para iniciar en agosto de 2026, se extendería hasta diciembre de 2027, con el argumento de que deben existir estándares claros antes de su aplicación.
Desde Bruselas, se enfatiza que esta no es una dilación del reglamento de IA, ya en vigor, sino que busca ofrecer «certeza legal» sobre su aplicación. Sin embargo, críticos como el ex-eurodiputado Ibán García del Blanco advierten que esto podría representar una capitulación ante la presión ejercida por las grandes plataformas tecnológicas, que han calificado previamente la normativa como «excesiva». García del Blanco considera que este cambio deregulador pone en riesgo el delicado equilibrio entre tecnología y protección de derechos esenciales, y que podría perjudicar el enfoque humanista en la gobernanza de la IA en Europa.
Avances en Protección de Datos y Cookies
El proyecto también incluye novedades en materia de protección de datos, con la intención de fomentar medidas que faciliten el acceso a datos necesarios para el entrenamiento de modelos de IA, creando así «laboratorios de datos», cuyo funcionamiento aún está por determinarse. Esta medida busca impulsar la competitividad de las empresas europeas en el ámbito de la inteligencia artificial.
Por otro lado, se han anunciado cambios en las normativas sobre cookies que pretenden mejorar la experiencia de navegación en línea. La idea es reducir la frecuencia de aparición de banners relacionados con cookies y permitir que los usuarios puedan gestionar su consentimiento con un solo clic, asegurando que sus preferencias se guarden de manera eficiente.
