Donald Trump, conocido por haber detenido siete guerras desde su llegada al poder, podría sumar a su legado un logro inesperado: convertirse en el artífice del éxito más reciente de Wall Street. A pesar de que el S&P 500 ha visto un leve desliz en la recta final de esta semana, se puede hablar de un notable repunte del 35% desde los mínimos históricos que él mismo propició con su controversial declaración de guerra comercial. Este 2025 se dirige a marcar una revalorización del 15%, lo que se traducirá en un tercer año consecutivo de ganancias de alrededor del 20%, a pesar de las tumultuosas políticas impulsadas por el presidente.
La Actualidad en el Mercado
Los inversores están girando su atención hacia los beneficios empresariales, que han mostrado una resistencia inesperada, y hacia la inteligencia artificial (IA), un tema que, aunque promete elevar la productividad y aumentar los ingresos, también plantea incertidumbres sobre el retorno de las cuantiosas inversiones en esta área. Esta semana, el temor a una burbuja en la IA provocó la mayor caída en un mes del Nasdaq, que ya había enfrentado su mayor retroceso desde abril. Los temores sobre un posible recorte de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed) en diciembre también han comenzado a calar, con menos del 50% de probabilidades asignadas a tal medida.
Desafíos en el Horizonte
A medida que las preocupaciones sobre Trump crean un eco menor en el contexto inversor, los analistas reflexionan sobre cómo el impacto negativo de sus políticas arancelarias, que fueron anunciadas en abril, no ha sido tan devastador como se previó. A pesar de una reforma fiscal que amplía recortes impositivos y un creciente déficit nacional, el mercado parece haber encontrado su equilibrio. Un aspecto notable es el debilitamiento del dólar, atribuido tanto a la baja de las tasas como a un nuevo escepticismo hacia los activos estadounidenses.
La inestabilidad geopolítica, marcada por decisiones erráticas en la política exterior de Trump, como sus acercamientos a Rusia y sus tensiones con Venezuela, también ha influido en el mercado. Sin embargo, el dólar sigue siendo la divisa de referencia mundial y la Fed, junto a Wall Street, continúa siendo un faro de inversión.
La Estrategia TACO
Los inversores parecen haberse acostumbrado a las fluctuaciones y amenazas de Trump, lo que ha llevado a una estrategia conocida como TACO (Trump Always Chickens Out). Esta táctica implica aprovechar las caídas del mercado tras las amenazas arancelarias, para luego comprar acciones a precios más bajos. Según Roberto Scholtes, jefe de estrategia de Singular Bank, el crecimiento sostenido de la economía estadounidense ha ayudado a que la incertidumbre causada por las políticas de Trump esté detrás de nosotros.
En términos de resultados empresariales, la situación es alentadora. En noviembre, un impresionante 83% de las empresas en Wall Street superaron las expectativas de beneficios, un porcentaje superior al promedio histórico. Esto indica que los aranceles, inicialmente temidos, no están causando tanto daño como se pensaba.
Expectativas para el Futuro
La espera por los resultados de gigantes como Nvidia marcará el ritmo del mercado. Nvidia, líder en inteligencia artificial, está valorada en cerca de 5 billones de dólares. Aunque se anticipan buenos resultados, algunos expertos advierten sobre la posibilidad de una corrección en el sector tecnológico, ya que el retorno de las grandes inversiones en IA podría tardar más de lo esperado. Michael Burry, conocido por su perspicacia en el mercado, ha incluso insinuado una posible burbuja en la inteligencia artificial.
De cara al final del año, aún están pendientes decisiones cruciales sobre los aranceles impuestos por Trump, que podrían volver a acaparar la atención de los inversores. La opinión de los magistrados del Tribunal Supremo sobre la legalidad de estas tasas será clave y podría traer movimientos significativos tanto en el mercado de acciones como en el de bonos.
En resumen, aunque las políticas de Trump continúan siendo un factor de incertidumbre, el impacto en el mercado ha sido menos grave de lo esperado. La clave, como han señalado analistas y expertos, reside en los resultados empresariales y la evolución de la inteligencia artificial, que siguen siendo grandes pilares para la confianza en Wall Street.
