La constructora y concesionaria de España Ferrovial deberá justificar frente a las autoridades españolas los razonamientos económicos de su traslado a Países Bajos si no desea abonar una factura millonaria en impuestos. El Gobierno ha expresado en reiteradas ocasiones su rechazo a que un conjunto tan simbólico mude su sede social fuera de España. Considera que no precisa trasladarse a Ámsterdam a fin de que sus acciones se negocien simultáneamente en Wall Street y en el Ibex, como pretende la compañía. El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, mandó este lunes una carta a la compañía de España en la que remarca que tras los análisis de Bolsas y Mercados Españoles (BME) y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no han encontrado “obstáculos ni indicios de su existencia para la admisión a negociación directa de las acciones de una sociedad española cotizada en los Estados Unidos”. La misiva fue mandada 3 días ya antes de la junta general de accionistas del conjunto encabezado por Rafael del Pino, que debe votar este jueves, día trece, el traslado a Ámsterdam. En el escrito se remarca que la carencia de obstáculos a fin de que pueda cotizar a la vez en Nueva York y en España (*8*). El Gobierno desea presionar con este razonamiento para intentar eludir in extremis el traslado.
La existencia o no de razones económicas para la mudanza es clave para la operación. Ferrovial podría enfrentarse a un costo fiscal millonario si la Agencia Tributaria estima que la compañía pretende instalarse en los Países Bajos para conseguir un beneficio fiscal, conforme explican fuentes conocedoras de este género de operaciones. En el en el caso de que Hacienda interprete que la operación no responde a una lógica empresarial, Ferrovial no podría aplicarse los beneficios fiscales del “régimen especial de las fusiones, escisiones, aportaciones de activos, canje de valores, y cambio de domicilio social de una sociedad Europea o una sociedad cooperativa europea de un Estado miembro a otro de la Unión Europea”.
La compañía ha explicado a los inversores que la reestructuración empresarial para realizar el traslado a Países Bajos va a consistir en la fusión por absorción de la matriz de España Ferrovial SA por la filial en Países Bajos, Ferrovial International SE (FISE). Y esa operación, asegura, le dejará acogerse a los beneficios fiscales del Impuesto de Sociedades en el caso de fusiones. De esta forma, evitaría tributar por las plusvalías latentes que brotarán en el proceso empresarial. Pero Ferrovial no ha advertido de ningún posible peligro fiscal asociado al régimen de fusiones del impuesto de sociedades.
Para poder aprovechar las múltiples exenciones y beneficios fiscales debe contar con el aval de la Agencia Tributaria. Y esta solo va a dar su visto bueno si halla una lógica empresarial en la operación y no piensa que con ella se persiga solamente un ahorro fiscal. Fuentes jurídicas estiman que en el instante actual, tras la carta del secretario de Estado de Economía, hay ingredientes para dudar de la existencia de esa motivación económica que sostenga la mudanza. Por el instante, Hacienda se limitará a examinar la operación y solo va a decidir una vez que esté formalizada. Así que las consecuencias negativas podrían ser tras el hipotético traslado. Corresponde a la compañía probar la existencia de los motivos económicos.
Exenciones fiscales solo en ciertos casos
Fuentes jurídicas explican que la Ley del Impuesto de Sociedades apunta en su artículo ochenta y nueve.2 que el régimen singular de fusiones no se va a aplicar cuando “la operación realizada tenga como principal objetivo el fraude o la evasión fiscal” o cuando (*2*).
En el informe que el consejo de administración de Ferrovial presentó a los accionistas sobre el proyecto común de fusión transfronteriza, la compañía explicaba que preveía acogerse a ese régimen singular de fusiones del Impuesto de Sociedades a fin de que la fusión no produzca una ganancia o pérdida patrimonial tributable en España para los accionistas del conjunto concesionario y constructor y sea neutra fiscalmente. “Se entiende que la fusión tiene lugar por motivos económicos válidos y no por razones fiscales”, resalta la compañía, que no hace mención a ninguna ventaja fiscal.
Ferrovial acepta que ha recibido la carta del secretario de Estado y asegura que estudia al detalle el contenido de exactamente la misma. Fuentes de la compañía señalan que sostendrán todos y cada uno de los puntos del orden del día de la junta de accionistas prevista para el jueves próximo sin atender a presiones externas. Aseguran que la operación va a tener un efecto fiscalmente neutro y así lo han explicado a los inversores en el documento registrado en la CNMV, donde especificaban los motivos del traslado. Las mismas fuentes precisan que la resolución de trasladar la sede a Países Bajos tiene un motivo económico como es acrecentar la liquidez de las acciones, lograr mejores condiciones de financiación, acercarse a las redes de los inversores americanos, que acostumbran a ser más familiares, y ganar competitividad en grandes proyectos.
Además, fuentes de la constructora aseguraron hace algunos días que “a día de hoy las sociedades cotizadas españolas no pueden cotizar en Estados Unidos con acciones ordinarias”. Y añadieron: “Según la información disponible, para crear esa posibilidad, al margen de eventuales cambios regulatorios, habría que dar solución a cuestiones técnicas y operativas (compatibilidad tecnológica, rebalanceos, reconciliaciones de saldos, protocolos de información, etc.). Ello requiere tiempo y la voluntad de los operadores y reguladores implicados”.
La CNMV y BME no ven obstáculos para cotizar en EE UU
La operación es inusual pues hasta el momento ninguna empresa con sede en España se había planteado cotizar de manera directa en la Bolsa estadounidense y en la de España. Los casos conocidos se hacen mediante la fórmula de los ADR (American Depositary Receipt), certificados que emite un banco sobre una parte, por norma general reducida, del capital social de la compañía, de manera que lo que cotiza allá es una fracción del capital que cotiza en España y esa fracción viene determinada por la demanda de los inversores estadounidenses sobre ese valor. Ferrovial desea cotizar de manera directa.
El Ministerio de Economía, Bolsas y Mercados Españoles (BME) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han efectuado un análisis en profundidad y no han observado ningún obstáculo para esa doble cotización. “Los tres organismos nos pusimos inmediatamente en marcha para verificar si había algún obstáculo y, en su caso, proceder a eliminarlo”, explica el secretario de Estado de Economía en la carta que remitió este lunes al consejero encargado de Ferrovial, Ignacio Madridejos. En exactamente la misma, remarca que “hasta el momento, no se han identificado obstáculos normativos en la regulación española para que esta posibilidad pueda ser una realidad en un plazo corto”. Además, emplaza al ejecutivo de la constructora a que informe “adecuadamente” en la junta de accionistas sobre “las distintas opciones en este ámbito, así como sobre sus posibles riesgos o contingencias”.
Las previsiones de la compañía son que entre finales del segundo trimestre —no ya antes del catorce de mayo— y el tercer trimestre del actual año se haya completado esa fusión y la compañía empiece a cotizar en la Bolsa de Ámsterdam, con el propósito final de cotizar en Wall Street antes que acabe dos mil veintitres. Ferrovial ha reiterado que su motivación para este cambio es que no que existe en la actualidad ninguna estructura jurídica que habilite a una sociedad de España cotizada para negociar sus acciones en los mercados de valores de Estados Unidos de manera directa.
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Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.