Existen diseñadores y luego está Dorothy Draper.
Reconocida como una de las figuras más influyentes en el diseño de interiores del siglo XX, Draper fundó su propia firma en 1925, en un momento en que las mujeres apenas comenzaban a abrirse paso en el mundo laboral. A pesar de que el derecho al voto se había conseguido cinco años antes, las mujeres enfrentaban todavía desafíos significativos en su lucha por la igualdad. No obstante, Draper logró superar las barreras de su tiempo.
Hoy, su firma se mantiene como la más antigua en funcionamiento continuo en Estados Unidos, un testimonio de su legado. Recibió el título de «Decana de la Decoración» por la revista Good Housekeeping, y su mantra de diseño era claro: “Los colores claros y hermosos tienen un efecto vital en nuestra felicidad mental”. Este enfoque maximalista definió su estilo.
Tal y como escribió en su obra Decorar es Divertido: “La tendencia a la melancolía es un pequeño duende taciturno”. Su signature chintz en un vibrante color rosa se convirtió en un elemento esencial del diseño estadounidense. Draper tenía un talento único para combinar blanco y negro con colores vivaces, creando patrones atrevidos de rayas y flores en perfecta armonía. Maestra del contraste, podía hacer que incluso un suelo rojo brillante resultara cautivador.
Draper rompió moldes, convirtiéndose en una mujer independiente y divorciada que fundó la primera firma de diseño de interiores en Estados Unidos y es considerada pionera del estilo barroco moderno. Su versatilidad es notable; sus proyectos abarcaron desde la decoración de interiores de aviones y grandes almacenes hasta la creación de un camión con lunares rosas y el diseño de lujosos hoteles.
El Complejo Turístico The Greenbrier
The Greenbrier se extiende sobre 11,000 acres en White Sulphur Springs, Virginia Occidental. Fundado en 1778, este icónico complejo turístico alberga más de 20 restaurantes, un casino y un spa con aguas mineromedicinales.
Con un equipo tan comprometido que muchos llevan allí varias décadas, la experiencia se siente casi familiar. Con más de 55 actividades disponibles, los visitantes pueden disfrutar de paseos en carruaje, cetrería, recorridos históricos, escalada alpina, kayak y hasta una visita al búnker antiaéreo, recientemente desclasificado, que se construyó como centro para el Congreso.
Imagen de Ron Blunt Architectural Photography
En 1963, Carleton Varney, un cercano colaborador de Draper, asumió como diseñador jefe de The Greenbrier. En 1966, se convirtió en presidente de Dorothy Draper & Company, llevando adelante la visión de Draper durante más de 60 años hasta su fallecimiento en 2022. Su compromiso fue claro: “Dorothy Draper, junto a tantas otras mujeres, definió el papel de la mujer en el mundo, aportando color y alegría”, comentó Varney.
A casi un siglo de su legado, la esencia de Draper sigue viva en cada rincón de The Greenbrier. Como afirma Merriweather Franklin, actual directora de proyectos de diseño de interiores del resort: “The Greenbrier siempre será conocido por Dorothy Draper y su estilo icónico”. Las piezas no solo son decorativas, sino que están hechas para ser vividas; los huéspedes son incentivados a disfrutar de los elegantes sofás como si estuvieran en su propia casa.
No solo transformó el espacio, sino que también redefinió la experiencia en The Greenbrier. Su audaz uso del color y la textura, junto con una profunda comprensión de cómo vive y se socializa la gente, crearon un ambiente acogedor y atemporal. Gracias a Varney, el legado de Draper sigue presente en cada tela floral y en cada rincón que evoca la calidez de un hogar, consolidando el resort como un lugar magnificente. Y su mensaje: “Crea tus propias reglas y vive con valentía” continúa resonando. Como ella solía decir: “Si amas algo, funcionará. Esa es la única regla verdadera”.
Imagen de Ron Blunt Architectural Photography
Merriweather Franklin compartió más sobre el legado de Draper.
Jeryl Brunner: ¿Cómo logró Dorothy Draper crear un resort de lujo que al mismo tiempo se sintiera como un hogar?
Merriweather Franklin: Añadiendo detalles como chimeneas y retratos enmarcados, Draper diseñó espacios que generan una atmósfera acogedora. Creó pasillos que parecen más residencias privadas al incorporar paredes en las zonas de tránsito.
Brunner: ¿Y cómo ha mantenido Carleton Varney ese legado?
Franklin: Varney ha continuado ese legado al integrar antigüedades y obras de arte, manteniendo la opulencia mientras preserva el encanto residencial. Se esfuerza por mantener el estilo Draper con su toque personal.
Cortesía de The Greenbrier
Brunner: ¿Hay algún detalle en The Greenbrier que los huéspedes puedan pasar por alto, pero que sea característico de Dorothy Draper?
Franklin: Draper introdujo el estilo barroco moderno, con elementos como la yesería y decoraciones ornamentadas en las puertas, que brindan a The Greenbrier un carácter único. También diseñó tres patrones florales que siguen en uso, incluyendo el famoso estampado de rododendros en los pasillos y el Fazenda Lily en las cortinas y sillones del vestíbulo, destacando en tonos vibrantes.
© Ron Blunt
Brunner: ¿Es cierto que el patrón de la sala de escritura victoriana ha permanecido inalterado desde su diseño en los años 40?
Franklin: Correcto. El diseño de la sala de escritura victoriana fue destacado en la portada de House Beautiful en 1948, tras la reapertura del hotel, y su tela, Delantal Fudge, sigue vigente. Draper se inspiró en las damas sureñas que hacían fudge y cómo sus delantales se llenaban de color, creando un hermoso arreglo floral. Te animo a que los visitantes tomen un momento para disfrutar del ambiente en esta sala histórica.
Foto: Molly Carr
Brunner: Si Dorothy Draper pudiera visitar The Greenbrier hoy, ¿qué crees que la haría sentir más orgullosa?
Franklin: Sin duda, se sentiría orgullosa de que la mayoría de sus diseños originales se han mantenido intactos y de que Carleton Varney, su protegido, ha tomado su legado para seguir perfeccionando su visión y estética.