¿Rezar con una máquina? La inteligencia artificial empieza a creer en Dios | Tecnología

¿Puede la Inteligencia Artificial Tener Fe? La Nueva Era de la Espiritualidad Digital

En la era de las redes sociales, YouTube y TikTok han experimentado una curiosa transformación de historias bíblicas. Gracias a la inteligencia artificial, creadores de contenido han convertido relatos sagrados en animaciones con estética infantil, narradas por voces robóticas que, a menudo, no tienen mucho que ver con los personajes o el contexto histórico. Este enfoque distorsionado y surrealista genera un universo que resulta tanto extraño como cautivador.

Visualizaciones impactantes de lo absurdo

Algunas producciones llegan a mostrar a figuras como Jesús con bíceps marcados disfrutando de pollo frito de una famosa cadena que promete felicidad en cubos, o a María comunicando su inminente maternidad como una influencer contemporánea. Lo más sorprendente es que tales videos, publicitados hace poco, han alcanzado millones de visualizaciones, lo que habla del interés del público por este tipo de contenido.

El profesor de Filosofía Nir Eisikovits, de la Universidad de Massachusetts, observa esta tendencia con una crítica irónica. Aunque reconoce la calidad técnica, describe la estética como «casi ridícula», comparando estos videos con una mezcla de Hollywood y videojuegos. Según Eisikovits, este fenómeno refleja un malentendido de la espiritualidad, encajado dentro de lo que se denomina AI slop, un tipo de contenido digital que carece de relevancia y, en ocasiones, resulta engañoso.

Oportunidades y riesgos en la simplificación de la fe

Sin embargo, no todos comparten esta visión negativa. Juan Antonio Estrada, teólogo y profesor emérito en la Universidad de Granada, considera que estas propuestas pueden ofrecer un camino para que las personas se acerquen a la Biblia y, potencialmente, encontrar su lugar en las aulas como herramientas educativas. No obstante, advierte sobre el riesgo de transmitir medias verdades y omitir aspectos cruciales de las narraciones sagradas, lo que podría tener consecuencias peligrosas en el ámbito religioso.

Tatiana Íñiguez, doctora en sociología, también señala los peligros del fenómeno actual, argumentando que la descontextualización de los mensajes empobrece la riqueza histórica y cultural de la religión. La simpleza con la que se presentan los relatos podría crear una percepción errónea de la complejidad inherente a estas enseñanzas.

La dualidad en la demanda de contenido religioso

La creación de contenido bíblico digital refleja dos corrientes: la oferta de material generado automáticamente y la demanda de usuarios en busca de un sentido espiritual en un mundo en constante cambio, a menudo carente de referencias tradicionales. Estos videos han provocado reacciones entusiastas en los comentarios, donde frases como «Amén» y «Gloria a Dios» resuenan como manifestaciones de una fe compartida. Maoli Lasso, una usuaria venezolana de TikTok, manifiesta que estos videos le proporcionan consuelo en momentos difíciles, indicando que a menudo resuenan con sus propias experiencias personales.

Entre negocio y espiritualidad

No es sorprendente que la creación de contenido religioso generado por inteligencia artificial también se ha convertido en un negocio. En países como España y Latinoamérica, numerosos creadores enseñan a producir relatos bíblicos en serie como un método para obtener ingresos rápidos. Por ejemplo, el canal Bible in a Nutshell, uno de los más populares en este nicho, genera alrededor de seis mil euros al mes solo en anuncios de YouTube, un reflejo del interés monetario en estas comunidades.

Abraham Aragón, youtuber y experto en tutoriales sobre creación de contenido, destaca que los videos más largos son más rentables que los formatos breves, especialmente en inglés, ya que los anunciantes tienden a invertir más en audiencias de mayor poder adquisitivo.

La erosión del significado profundo

Sin embargo, Eisikovits advierte que la inclusión de temas religiosos en el mundo del entretenimiento puede disminuir la riqueza y profundidad de los textos sagrados. Al transformar la fe en un producto consumible, se corre el riesgo de convertir el sentido profundo de la religión en un simple entretenimiento que carece de su valor intrínseco.

Estrada también enfatiza que estamos en un momento crítico, en la era de la posverdad, donde la información se puede manipular con facilidad. Es esencial que existan plataformas que prioricen la educación y la fidelidad cultural sobre la búsqueda de beneficios económicos.

Cuestionando la ética digital

El debate ético en torno a la inteligencia artificial y la creación de contenido religioso es más relevante que nunca. Sin un marco ético adecuado, el uso de estas tecnologías puede distorsionar la cultura y transmitir interpretaciones sesgadas como verdades absolutas. Eisikovits plantea preguntas cruciales: ¿Cómo afecta este tipo de contenido nuestra capacidad para acceder a la información veraz? ¿Qué habilidades se fortalecen y cuáles se debilitan mediante el consumo de este contenido? Si las instituciones religiosas realmente aportan valor a nuestras vidas, deberían mostrarse preocupadas por estas nuevas dinámicas.

Sin una regulación adecuada, el panorama se reduce a un consumo digital efímero y superficial. Para Estrada, la ausencia de ética podría resultar en desastres culturales que merecen una atención urgente.