Esta semana, los concesionarios europeos han comenzado a recibir el C5 Aircross, un SUV que representa la culminación de la renovación de modelo de Citroën, iniciada hace un par de años. Aunque las entregas no se prevén hasta finales de este año, la prensa especializada tuvo la oportunidad de probar el vehículo durante varios días a finales de septiembre. Citroën tiene la ambiciosa meta de producir 100,000 unidades anuales de este modelo. A pesar de que no se trata de un coche asequible, la marca ha mantenido su esencia, ofreciendo un vehículo eléctrico e híbrido que busca marcar la diferencia en el mercado.
La nueva generación del C5 Aircross está diseñada pensando en las familias. Con una longitud de 4,65 metros, es 16 centímetros más largo que su predecesor y cuenta con una anchura de 1,90 metros y una altura de 1,69 metros. Este SUV, perteneciente al grupo Stellantis, se coloca entre los modelos Peugeot 3008 y 5008, con los que comparte plataforma, y también está vinculado al Opel Grandland y al próximo Jeep Compass.
Durante una prueba en Mallorca, contamos con un modelo híbrido enchufable de 195 CV y un eléctrico que ofrece entre 210 y 230 CV, con autonomías teóricas que van de 560 a 680 km. Se espera que alrededor del 25 % de las ventas correspondan a modelos eléctricos y que los híbridos superen la mitad, mientras que el 50 % de los clientes sean flotas.
Estéticamente, el C5 Aircross destaca por su parrilla vertical y los llamativos deflectores de luces traseras que mejoran la aerodinámica. En su interior, ofrece una pantalla digital de 13 pulgadas y un amplio espacio a bordo gracias a una distancia entre ejes de 2,78 metros. El maletero tiene una capacidad que oscila entre 651 y 1,668 litros, aunque es ligeramente más pequeño que el del modelo anterior. En lugar de tres asientos traseros individuales, el C5 Aircross cuenta con una banqueta fija, que resulta más versátil y cómoda.
Una característica interesante es su botón central único, que permite desactivar los molestos pitidos de cambio de carril y exceso de velocidad. Aunque no se ha podido averiguar cómo desactivar el sonido de los radares de aparcamiento. También incluye climatizador bizona y carga inalámbrica para smartphones.
Durante las pruebas en las carreteras de Mallorca, lo que realmente destaca es su confort. Este SUV es excepcionalmente suave en superficies irregulares y badenes, convirtiéndolo probablemente en el SUV más cómodo del mercado. Su comportamiento en carretera es sólido, brindando tranquilidad a los conductores, lo que es fundamental para los usuarios de Citroën. La dirección está perfectamente calibrada, lo que contribuye a una experiencia de conducción relajante.
Comenzamos con la prueba del eléctrico de menor autonomía, que cumple con las expectativas de silencio. En condiciones de uso moderado, consume 15,5 kWh cada cien kilómetros y la autonomía alcanzaría hasta 480 km, superando las cifras homologadas. El fabricante promete una recarga rápida que permite pasar del 20 al 80 % de la batería en media hora.
El híbrido enchufable proporciona una experiencia más dinámica, con un motor de gasolina turbo de 1.6 litros y 150 CV, complementado con un motor eléctrico de 125 CV. En las montañas de Mallorca, la autonomía en modo eléctrico puro se situó en 70 km, aunque se había anunciado más de 100 km; esto se debió a un estilo de conducción más ‘alegre’. En total, podría superarse los 800 km de autonomía sin repostar, gracias a un depósito de gasolina más grande. Durante un recorrido de 77 km, consumimos 5,7 litros cada 100 km, teniendo en cuenta que partimos con la batería cargada al 80 % y que utilizamos el modo ‘Sport’ con frecuencia.