Entre Madrid y Rabat, se cimenta una relación robusta, sólida no solo por el respaldo del Gobierno de Pedro Sánchez a la reivindicación de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, sino también por un creciente intercambio en el ámbito energético. La ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible de Marruecos, Leila Benali, explica: «Colaboramos con vecinos y amigos conscientes de nuestra responsabilidad regional compartida».
Avances en la Cooperación Energética
Durante la XIII Reunión de Alto Nivel entre ambos países en Madrid, Benali se reunió con su par española, Sara Aagesen, para discutir la ampliación de su conectividad. “Hemos mantenido un diálogo continuo y fructífero desde 2021”, señala, en un contexto donde la ruptura de relaciones entre Marruecos y Argelia propició cambios significativos, como el cierre del gasoducto Magreb-Europa. Esta infraestructura solía transportar gas desde Argelia a través de Marruecos hacia España, pero tras la interrupción, el flujo se invirtió.
Benali enfatiza la gratitud hacia España por su apoyo durante la crisis de suministro energético en Europa, que se intensificó con la guerra en Ucrania. Para ella, la colaboración entre ambas naciones va más allá de las fluctuaciones de mercado y se basa en un compromiso sólido y duradero.
Energía Renovable: La Estrategia de Marruecos
Marruecos se enfrenta al desafío de escapar de la «trampa de ingresos medios», donde un crecimiento de solo el 3% del PIB es la norma. La ministra revela que su objetivo es alcanzar una tasa del 6% mediante el impulso de energías de bajo costo y bajo carbono, subrayando que ya el 42% de la energía del país proviene de fuentes renovables. “Esperamos alcanzar el 52% en 2027”, añade Benali, destacando que su gobierno ha triplicado la inversión en el sector energético desde 2021.
Potencial de Inversión para Empresas Españolas
La ministra destaca que hay un «boom» de inversión en el sector energético y, reconoce que las empresas españolas son claves en este proceso. Actualmente, alrededor de 1.000 compañías españolas ya operan en Marruecos, mientras que 20.000 ofrecen sus servicios al otro lado del Estrecho. Esta dinámica es recíproca, ya que las empresas marroquíes también participan en proyectos dentro de España.
Marruecos cuenta con dos líneas eléctricas submarinas que permiten el intercambio de energía entre ambos países, con una capacidad total de 1.400 MW. Benali se muestra optimista respecto a un futuro en el que el comercio de electricidad, gas y eventualmente minerales y metales sea bidireccional.
Más Allá de la Energía: Un Futuro Compartido
La creciente demanda global de metales estratégicos, como el litio y el cobalto, que son esenciales para la tecnología moderna y las energías limpias, plantea la necesidad de desarrollar minería en África. Benali considera que la conexión entre Marruecos y España puede convertirse en un acceso clave a estos recursos, cruciales para el desarrollo sostenible.
En un esfuerzo por asegurar prácticas responsables en la minería, durante una reunión reciente, Benali y sus colegas lanzaron la Declaración de Marrakech, un marco ESG que establece criterios sostenibles y financiables para los proyectos mineros en el continente africano.
En medio de los desafíos energéticos globales, Marruecos mantiene su compromiso con las energías renovables, una apuesta que se remonta a 1991. Benali resalta la creciente inversión por parte de potencias geopolíticas en tecnologías de energía renovable, posicionando a Marruecos como un referente en la integración de estas innovaciones en su territorio.
Con avances en la cooperación energética y un enfoque sostenible, la relación entre España y Marruecos no solo se fortalece, sino que también abre nuevas oportunidades en el camino hacia un futuro más verde y conectado.
