Emmanuel Macron regresa a Pekín: ¿Una oportunidad para la diplomacia?
El presidente francés Emmanuel Macron ha llegado a China para llevar a cabo su cuarta visita de Estado, un viaje que se extenderá hasta el viernes. Esta vez, la visita se presenta en un contexto geoeconómico complicado para la Unión Europea, marcado, entre otras cosas, por un creciente desequilibrio comercial con la República Popular y la urgencia de encontrar un camino hacia la paz en Ucrania, en la que China juega un papel crucial.
Diálogo y cooperación: el enfoque de Macron
En su encuentro con el líder chino, Xi Jinping, Macron destacó la importancia del diálogo, expresando que «nos enfrentamos al riesgo de una desintegración del orden internacional» y que la comunicación entre China y Francia es más esencial que nunca. Aunque reconoció que existen diferencias entre ambas naciones, hizo un llamado a superarlas para el bienestar común.
Xi, por su parte, enfatizó que tanto China como Francia deben actuar en el interés a largo plazo de la comunidad internacional. Este encuentro no solo aborda la política, sino también oportunidades comerciales; Macron viaja acompañado de una delegación de 35 ejecutivos de importantes empresas francesas, desde Danone hasta Airbus.
Desafíos económicos y la guerra en Ucrania
Durante su visita, dos temas centrales dominarán la agenda: la economía y el conflicto en Ucrania. Macron busca que Xi utilice su influencia sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, para avanzar hacia una resolución del conflicto, que califica como una “amenaza vital para la seguridad europea”. Espera que China se una a los esfuerzos por un alto el fuego, una moratoria sobre ataques a infraestructuras críticas sería un primer paso importante.
Taiwán: un tema sensible
Aunque no se menciona oficialmente, se espera que la situación de Taiwán surja en las conversaciones. China considera este territorio una “línea roja”, y el contexto regional es tenso tras recientes controversias con Japón. Macron, en su última visita, provocó reacciones al sugerir que Europa debe evitar seguir ciegamente a Estados Unidos en este contexto.
Hacia un nuevo capítulo en las relaciones económicas
En la esfera económica, Macron ha declarado que es hora de «escribir un nuevo capítulo» y ha instado a un aumento de las inversiones chinas en Europa para 2030. Sin embargo, la relación actual entre la UE y China se encuentra estancada. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya había advertido sobre un «punto de inflexión», resaltando la necesidad de relaciones que sean mutuamente beneficiosas.
Un futuro incierto
Con el intercambio comercial entre Francia y China alcanzando los 64.000 millones de euros en los primeros diez meses del año, ambos países tienen mucho que perder si no logran estrechar lazos. Macron ha advertido que los desequilibrios comerciales actuales son «insostenibles» y ha llamado a cooperar en áreas como inteligencia artificial, economía verde y biomedicina.
En conclusión, la visita de Macron a China podría ser una oportunidad crucial para redefinir las relaciones entre París y Pekín, enfrentar desafíos comunes y trabajar hacia un futuro más equilibrado en el escenario global. ¿Logrará el presidente francés que su mensaje de diálogo y cooperación resuene en un contexto tan complejo? Solo el tiempo lo dirá.
