Cuando se plantea a muchos españoles la pregunta sobre el impacto de la inflación en sus finanzas personales, la mayoría titubea. Aunque muchos creen dominar la administración de su dinero, cuando llegan a momentos cruciales como ahorrar, invertir o elaborar un presupuesto, la realidad puede ser muy diferente. Un estudio del Santander revela que el 54% de los españoles se consideran financieramente competentes, pero solo uno de cada tres responde adecuadamente a preguntas sobre cómo les afecta la inflación. Este desajuste entre la percepción de conocimiento y la comprensión real subraya un reto significativo en la educación financiera de la población.
Consecuencias de la Ignorancia Financiera
La falta de comprensión de conceptos financieros básicos resulta en una capacidad limitada para planificar el ahorro y tomar decisiones sobre deudas o inversiones. Esta carencia puede dejar a muchas personas vulnerables frente a aumentos de precios, variaciones en las tasas de interés o elecciones económicas a largo plazo. Este riesgo se vuelve aún más evidente en decisiones cruciales, como contratar una hipoteca o planificar la jubilación.
Los datos del estudio coinciden con otros informes que señalan que España se encuentra por debajo de la media europea en términos de alfabetización financiera. Por ejemplo, la Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España muestra que solo un 19% de los adultos pueden responder correctamente a preguntas básicas sobre inflación y tipos de interés, mientras que los alumnos de 15 años logran un rendimiento inferior al promedio de la OCDE.
Educación Financiera: Un Desafío Actual
Ana Botín, presidenta del Santander, destaca en el prólogo del informe que «la brecha entre la complejidad del sistema financiero y la preparación de los ciudadanos es uno de los grandes desafíos de nuestra época». Aunque la demanda de educación financiera está en aumento, se reconoce que el acceso a esta sigue siendo insuficiente. La presentación del estudio coincide con el impulso en el Reino Unido de hacer la educación financiera obligatoria en todos los colegios, un paso significativo que subraya la necesidad global de mejorar estas competencias.
En España, el Plan de Educación Financiera impulsado por diversas instituciones busca mejorar la cultura financiera de los ciudadanos. Sin embargo, aún existen importantes brechas. El estudio de Santander muestra que el 86% de los encuestados no recibió educación financiera en la escuela. Curiosamente, tres de cada cuatro respondieron que estarían interesados en participar en un curso gratuito, especialmente los jóvenes de entre 25 y 34 años. Los beneficios que perciben de esta formación incluyen tomar mejores decisiones financieras (64%) y gestionar eficazmente sus deudas (59%).
Objeciones Financieras y Escasez de Inversión
La falta de conocimientos también se traduce en un escaso nivel de ahorro destinado a la inversión. A nivel global, solo el 15% de los encuestados planean invertir en acciones en el próximo año. Esta estadística pone de relieve cómo una educación financiera adecuada podría ayudar a las personas a aumentar su patrimonio y alcanzar sus metas económicas.
En España, este fenómeno se refleja en el hecho de que los hogares tienen más de un billón de euros inactivos en depósitos bancarios que apenas generan rentabilidad, mientras que solo 455.000 millones están en fondos de inversión. Comparativamente, en Europa, el 70% del ahorro de los hogares, que suma unos 10 billones de euros, se queda en cuentas bancarias sin generar rendimientos significativos.
En conclusión, la falta de alfabetización financiera se presenta no solo como un desafío individual, sino como una cuestión que afecta la economía en su conjunto. Un esfuerzo concertado en educación financiera podría transformar el panorama, empoderando a los ciudadanos para que tomen decisiones más informadas y, en última instancia, mejoren su calidad de vida.
