El sector porcino en España: un motor clave en la agroalimentación
El sector porcino español es considerado la joya de la ganadería nacional, funcionando como un verdadero motor en la agroalimentación del país. Su crecimiento ha sido asombroso en las últimas décadas, tanto en producción como en exportaciones, consolidando a España como una potencia mundial en este ámbito. Actualmente, el país alberga más de 33 millones de cerdos, con 54 millones sacrificados en 2024 y unas exportaciones que alcanzan casi 8.800 millones de euros. España se sitúa entre los cuatro mayores productores de cerdos a nivel global, solo por detrás de China (con 434 millones de cabezas), Estados Unidos (75 millones) y Brasil (42 millones). En cuanto a Europa, no tiene rival: superó a Alemania en 2015, cuyo sector porcino se vio severamente afectado por la peste porcina africana (PPA), un virus letal para los animales, pero que no afecta a los humanos.
Un nuevo brote de preocupación
El 28 de noviembre, se identificó un foco de PPA en jabalíes salvajes en el parque de Collserola, en Barcelona. Aunque no se han reportado casos en las granjas cercanas, el sector se encuentra inquieto ante la posible evolución de la situación. Miguel Ángel Higuera, Director de Anprogapor, la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, expresó su preocupación: “Estamos pidiendo que se tomen todas las medidas necesarias. Si el virus se nos escapa, enfrentaremos un gran problema”.
El impacto histórico de la PPA
Las epidemias de peste porcina, tanto africana como clásica, han dejado una huella profunda en el porcino europeo. Desde los años 90, Alemania ha perdido un 43% de su cabaña porcina desde 1987. Otros países como Polonia y Rumania han seguido un camino similar. Por su parte, Italia ha logrado mantener su producción a pesar del brote que comenzó en abril de 2022. Actualmente, hay 13 países europeos con focos activos de PPA, y España, que había estado libre de esta enfermedad durante más de 30 años, ahora se enfrenta a una amenaza.
Un horizonte de éxitos
El auge del porcino español comenzó en la década de los 2000, tras la erradicación de la PPA y otros brotes de peste clásica. “Después de una larga lucha contra la PPA, que empezó en 1965 y se erradicó en 1995, el sector pudo finalmente despegar. Teníamos todos los ingredientes para crecer, como abundancia de cereales y productos de alta calidad”, comenta Higuera. La promulgación de un Real Decreto en 2000 estableció normativas que facilitaron la modernización de las granjas, abriendo la puerta a un mercado global.
Concentración y adaptación del sector
La mayor parte de la industria porcino en España se concentra en el noreste del país, con Huesca, Lleida, Zaragoza, Girona y Barcelona al frente. En particular, las provincias de Badajoz y Salamanca destacan por su producción de cerdo ibérico, que representa un 11% del censo total. La reputación de estos productos es fundamental, actuando como puerta de entrada a nuevos mercados. Giuseppe Aloisio, director general de ANICE, destaca que la calidad del sector se refleja también en sus estándares de bioseguridad y trazabilidad.
En un contexto de creciente competencia, el modelo de integración del sector español ha demostrado ser un diferenciador crítico. «El crecimiento de la producción ha estado vinculado a una mayor concentración en integradoras», explica Jaume Bernis, ganadero y representante de COAG. Este sistema permite a los ganaderos manejar su producción bajo el apoyo de grandes empresas que ofrecen recursos y resistencia frente a crisis del mercado.
La importancia global de España
Hoy en día, España se posiciona como el primer exportador europeo de porcino, abarcando más de 100 mercados internacionales. “Nuestro sector es esencial para la balanza comercial española, y esto es resultado de altos estándares de producción y un compromiso con la sostenibilidad y la innovación”, afirma Daniel de Miguel, director internacional de Interporc. Durante 2022, el sector generó exportaciones por valor de 8.800 millones de euros, con una gran parte destinada a otros países europeos y un 20% a China, que se considera el mercado crucial fuera del bloque comunitario.
Consumidor destacado en Europa
En cuanto al consumo, España se sitúa como el segundo país del mundo en consumo de carne de cerdo per cápita, con 56 kilos al año por persona, superando a muchos países europeos. Este crecimiento en el consumo, que ha aumentado un 16% en la última década, subraya la importancia del cerdo en la dieta española.
“Contamos con una industria robusta, fiable y altamente segura”, afirma Aloisio. Si bien el sector enfrenta incertidumbres por la reciente aparición de la PPA, la resiliencia y reputación del porcino español son una base sólida que, se espera, le permita mantener su liderazgo en el mercado internacional.
