Desperdicio de Energía Verde: Una Irresponsabilidad en Tiempos de Crisis Gasística

Desperdicio de Energía Verde: Una Irresponsabilidad en Tiempos de Crisis Gasística

Este año, España se prepara para un notable incremento en su potencial de energía renovable, con la instalación estimada de 10.000 megavatios (MW) adicionales. De estos, 9.000 MW serán de energía fotovoltaica, que incluye el autoconsumo, y 1.000 MW se destinarán a la energía eólica. Sin embargo, a pesar de este aumento en la capacidad de producción energética sustentable, la demanda no está creciendo al mismo ritmo, y carecemos de instalaciones adecuadas para almacenar el excedente de energía. Esto significa que no estamos sacando el máximo provecho de nuestra habilidad para generar electricidad limpia, económica y sin residuos.

La Paradoja de la Energía Renovable

De acuerdo con datos del sector, en el último año se dejaron de comercializar 29,5 millones de MWh de energía renovable, compuesta por 13,3 millones de MWh de energía eólica y 16,2 millones de MWh de energía fotovoltaica. Esta situación se traduce en pérdidas significativas: un 20% en la producción eólica y un 25% en la fotovoltaica. En lo que va de este año, la energía eólica ha visto caer su factor de capacidad a un 19,3%, muy por debajo del 40% que se había proyectado para los nuevos parques.

Las razones de esta ineficiencia se pueden resumir en tres puntos esenciales que evidencian que nuestra política energética y el sistema eléctrico no están evolucionando según lo esperado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

1. Demanda Estancada

La primera razón es el estancamiento en la demanda de electricidad, que no avanza al ritmo que se había previsto en relación al aumento de la oferta renovable. Desde 2018, la demanda ha disminuido un 6,3%, de los cuales un 4% se atribuye a la adopción de autoconsumo. La falta de progreso en electrificación y la consecuente alza en las emisiones de dióxido de carbono han superado las estimaciones iniciales, subrayando la necesidad de políticas que fomenten una transición energética efectiva. Para esto, se requieren estímulos que reduzcan los precios para el consumidor y promuevan la sustitución de equipos fósiles por eléctricos.

2. Fallos en el Almacenamiento de Energía

La segunda causa de este desperdicio de electricidad radica en la ineficacia para mover el excedente de producción a aquellos períodos de alta demanda y baja oferta. Las soluciones son dos: desviar la demanda hacia momentos de mayor producción o implementar sistemas de almacenamiento para la electricidad generada en exceso. Aunque el PNIEC planteó un objetivo de 22.000 MW en almacenamiento para 2030, los avances han sido muy limitados. Esto ha llevado a los propietarios de parques eólicos a optar por no producir en momentos de precios bajos, pues, a pesar de que la energía primaria sea gratuita, los costos de mantenimiento son un factor decisivo.

3. Estructura del Mercado Energético

Finalmente, el mantenimiento de un modelo reforzado por la Red Eléctrica, motivado por el temor a apagones, ha llevado a un aumento en el uso de ciclos combinados de gas, encareciendo la electricidad y elevando las emisiones de CO2 en un 14%. Los costos asociados ya representan el 18,7% del precio final de la electricidad, y entre mayo y octubre, estos aumentaron un 57%.

Al contemplar estos 29,5 millones de MWh perdidos, se evidencia que este volumen equivale al 12% del consumo eléctrico anual. Además, significa un 60% en comparación con la producción promedio de centrales nucleares y un asombroso 80% respecto a centrales de gas natural. Este escenario plantea un debate crítico sobre el futuro de la energía nuclear en relación con las renovables, dado que ambas compiten en el mismo espacio de mercado.

Es crucial que España aproveche esta oportunidad de energía accesible, que no solo podría transformar nuestro panorama energético, sino también contribuir a un futuro más sostenible. La transición hacia un sistema energético basado en renovables no solo implica destacar sus beneficios, sino también abordar y mitigar los retos que surgen con su implementación. En este camino, la capacidad de adaptación y la innovación serán determinantes para no quedar atrás y aprovechar nuestras vastas capacidades energéticas.

Reflexión Final

Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, invita a un compromiso renovado hacia la electrificación y una reconsideración de las políticas fiscales que afectan esta transición. Es esencial que seamos proactivos y estratégicos para no desperdiciar la oportunidad que nos ofrece la energía renovable.