Posibilidad de Continuidad de Almaraz: Análisis de la Situación

Nucleares: La Controversia Energética en la Economía Actual

El impulso del sector nuclear: ¿un avance hacia la sostenibilidad o un reto para las energías renovables?

La presión a favor de la energía nuclear está más viva que nunca. En un movimiento estratégico respaldado por la altamente nuclearizada Francia, se ha conseguido que la Unión Europea incluya a esta fuente de energía en su catálogo de “energías limpias”. Este reconocimiento se basa en su capacidad para generar electricidad sin emitir contaminantes que contribuyan al calentamiento global.

Sin embargo, el panorama se complica para los defensores del medio ambiente y de las energías renovables. Los avances en la producción eléctrica a partir de fuentes renovables han alcanzado logros significativos, desbancando en gran medida a los combustibles fósiles. Por ejemplo, en 2024, las energías renovables modernas contribuyeron con un impresionante 47% de la electricidad en España, mientras que la nuclear se quedó en un 21%. Aun así, los temores derivados de catástrofes históricas, como Three Mile Island (EE. UU., 1979), Chernobyl (URSS, 1986) y Fukushima (Japón, 2011), continúan ensombreciendo el futuro de la energía nuclear.

De hecho, España ejemplifica esta paradoja. En el debate sobre la prolongación de la vida útil de sus cinco centrales nucleares (Almaraz, Ascó, Cofrentes, Trillo y Vandellós), que tienen un cierre previsto entre 2027 y 2035, se ignoran los riesgos potenciales. La discusión se ha centrado en condiciones pragmáticas impuestas por el Gobierno: que no haya sobrecostes para el contribuyente, que se garantice la seguridad y el suministro energético.

Las compañías eléctricas han solicitado una extensión de tres años para Almaraz, un movimiento que responde a consideraciones económicas. La planta ya ha sido amortizada, lo que significa que cualquier ingreso futuro podría ser un beneficio comparte, salvo lo necesario para modernizar la instalación. Esto coloca a la energía nuclear como una fuente que, aunque sea más costosa que la solar, sigue siendo más económica que la generada por combustibles fósiles, lo que plantea un dilema.

Además, la reciente y desestimada solicitud de reducción de impuestos refleja la intensa carga fiscal del sector nuclear, que aportará aproximadamente 795 millones de euros en 2023, de un total de 7.592 millones en impuestos estatales. Las grandes entidades del sector, como Iberdrola, Endesa y Naturgy, prevén beneficios de 10.600 millones de euros para 2025.

A pesar de las ventajas económicas, algunas preocupaciones persisten. La extensión de la vida de Almaraz podría sentar un precedente que afecte a otras plantas nucleares sin un análisis detallado de sus diferencias. Además, se teme que este resurgimiento de la energía nuclear desvíe recursos cruciales de la investigación y desarrollo de energías renovables y sus técnicas de almacenamiento.

Este complejo entramado de riesgos y beneficios debe ser el núcleo de una discusión más profunda y equilibrada sobre el futuro energético, donde se ponderen tanto las necesidades energéticas actuales como el imperativo de una transición hacia un modelo más sostenible y seguro.