El PP Europeo Aboga por un Euro Digital Moderado ante las Aspiraciones del BCE y la Comisión Europea

El PP Europeo Aboga por un Euro Digital Moderado ante las Aspiraciones del BCE y la Comisión Europea

El euro digital se enfrenta a un momento crucial en su desarrollo, y el Parlamento Europeo se convierte en un escenario clave donde la incertidumbre sigue vigente. En un reciente informe, el Partido Popular Europeo, la fracción mayoritaria del Parlamento, ha expresado su escepticismo sobre este proyecto. Condiciona el avance de esta nueva forma de la moneda única a la ausencia de soluciones de pago desarrolladas por el sector bancario europeo.

Avances y Desafíos del Euro Digital

A pesar de estas dudas, el euro digital ha logrado avances significativos en su camino hacia la implementación. Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) fijó 2029 como la fecha para el lanzamiento oficial del euro digital. Sin embargo, el camino hacia este objetivo depende de la creación de normativas claras que lo regulen. Desde julio de 2023, el proyecto ha estado en pausa, pero la presión creciente por parte del BCE ha acelerado el proceso para establecer una base legal sólida. En septiembre, los Estados miembros se reunieron para diseñar una estrategia que esperan culminar a finales de año.

El eurodiputado español y miembro del Partido Popular, Fernando Navarrete, ha presentado un borrador donde se refleja una clara inquietud respecto a este proyecto. Ha dividido el euro digital en dos versiones: la offline, que funcionaría sin conexión a Internet —como un monedero digital para realizar pagos en comercios— y la online, que solo se desarrollará si el sector financiero no presenta sistemas de pago que sean interoperables y gestionados por capital europeo.

La Reacción del Sector Privado

El sector privado ha mostrado interés en el euro digital, posiblemente como una respuesta a la certeza de que su implementación es inevitable. Desde el ámbito financiero, se han comenzado a desarrollar alternativas como Bizum en España y Wero en Francia, Alemania y Bélgica. Estas iniciativas buscan asegurar un trozo más pequeño del mercado que podría verse afectado por el euro digital.

Navarrete destaca que la versión online del euro digital podría plantear riesgos significativos. En su informe, menciona: “Conlleva amenazas a la estabilidad bancaria, la pérdida de depósitos y un impacto directo en la financiación de empresas y familias”. Por esta razón, su implementación dependerá de que no exista ya una solución alternativa robusta en el ámbito privado. La Comisión Europea tendrá la responsabilidad de evaluar esta situación dentro de seis meses tras la finalización del trabajo del BCE en la versión offline.

El Futuro de la Negociación

Con la presentación del informe el próximo miércoles, se abrirá un nuevo capítulo de negociaciones entre los grupos parlamentarios. Los sociales demócratas, tradicionales defensores del euro digital, probablemente critiquen la posición del Partido Popular, junto a otros grupos como los liberales de Renew y Los Verdes.

El objetivo es conseguir una postura unificada que prepare el camino para llegar a un acuerdo con el Consejo de la UE. Las proyecciones apuntan a que las negociaciones tendrán lugar en la segunda mitad de 2026, y se espera que el Eurogrupo y el Ecofin establezcan su postura para finales de este año. El Parlamento, por su parte, planea alcanzar un consenso más adelante, a inicios de la primavera de 2026.

En este complejo entramado, la futura adopción del euro digital se convierte en un tema determinante que podría transformar la manera en la que se realizan transacciones en la zona euro, y sobre ello, las próximas negociaciones marcarán el rumbo a seguir.