Los precios del petróleo han experimentado una caída notable, alcanzando su nivel más bajo en cinco meses. Esta situación se debe a los crecientes temores en el mercado sobre un posible exceso de oferta en el horizonte, especialmente antes de que finalice el año y en el primer trimestre de 2026.
A las 11:02 am EDT del martes, el contrato de futuros del crudo Brent, considerado la referencia mundial, cayó un 2,08%, equivalentes a 1,32 dólares. Su precio se mantiene apenas por encima de los 62 dólares por barril, habiéndose desplomado hasta un 3% durante las primeras operaciones en Europa.
Por su parte, el contrato de futuros del West Texas Intermediate (WTI) en EE. UU., también con vencimiento al próximo mes, se cotizaba a 58,26 dólares por barril, lo que representa una disminución del 2,01% o 1,95 dólares.
Este descenso de precios coincidió con un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que revelaba un sobresaliente excedente de suministros globales. Además, se vio intensificado por una ola de ventas provocada por el alto el fuego en Gaza, negociado por el presidente estadounidense Donald Trump, que redujo las tensiones geopolíticas en el mercado del crudo.
Pese a esta reciente caída, el Brent se encuentra un 10% por debajo de su valor de hace tres meses, lo que no genera esperanzas sólidas para quienes anticipaban un aumento en su precio a lo largo de este año bursátil.
Dinamismo del mercado de petróleo
Este panorama no sorprende al analizar la dinámica general del mercado. En su búsqueda por ganar participación, la OPEP+ —un grupo selecto de productores liderados por Rusia— y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), encabezada por Arabia Saudita, continúan aumentando la oferta de barriles a nivel mundial.
En su reciente reunión a principios de mes, el grupo incrementó otros 137.000 barriles diarios de producción. Sin embargo, independientemente de las acciones de la OPEP+, es probable que el mercado se dirija hacia un escenario de sobreoferta entre finales de año y principios de 2026.
Este aumento en la oferta se intensifica aún más por los niveles récord de producción de países no pertenecientes a la OPEP, especialmente Estados Unidos. Según la Administración de Información Energética de EE. UU., la producción de crudo del país alcanzó un máximo histórico de 13,47 millones de barriles por día (bpd) en abril y permanece actualmente por encima de los 13 millones de bpd.
Profundizando en la situación del mercado
Los países no OPEP han visto un incremento en su producción gracias a Brasil, Canadá, Guyana y Noruega, donde se prevé que el crecimiento de producción aumente en 1,6 millones de bpd este año y en 1,2 millones de bpd en 2026, de acuerdo a la AIE.
En su informe mensual de octubre, la AIE afirmó que los datos preliminares indicaban un aumento global de la oferta en septiembre de unos sorprendentes 5,6 millones de bpd en comparación con el año anterior, además de un notable incremento en las existencias de petróleo.
A medida que la oferta supera a la demanda, esto podría resultar en un excedente difícil de manejar. Las tensiones geopolíticas, como los ataques de Ucrania a infraestructuras energéticas rusas, añaden una capa adicional de incertidumbre.
Aún en la proyección más optimista, la OPEP estima un crecimiento de la demanda de 1,3 millones de bpd para 2025-26, cifras que no se comparan con el crecimiento proyectado en la producción no OPEP. Por su parte, la AIE rebajó su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo este año a 710.000 bpd, una reducción de 30.000 bpd, atribuida a un entorno económico incierto.
Según la AIE: «El consumo de petróleo seguirá siendo moderado durante el resto de 2025 y en 2026, con aumentos anuales esperados de alrededor de 700.000 bpd en ambos años, cifras que están muy por debajo de las tendencias históricas, influenciadas por un clima macroeconómico más adverso y la electrificación del transporte, que han llevado a una desaceleración significativa en el crecimiento del consumo de petróleo».
Con la proyección de crecimiento de demanda de la AIE casi a la mitad de lo que estima la OPEP, el panorama alcista para el petróleo enfrenta un nuevo bache en el corto plazo.