Victoria Beckham, la icónica figura británica de 51 años, se despoja de su armadura en Victoria Beckham, una reveladora docuserie de tres capítulos lanzada por Netflix el pasado 9 de octubre. Dirigida por Nadia Hallgren, esta producción nos sumerge en la vida de una mujer que, hasta ahora, había mantenido una imagen de perfección y discreción.
“No se trata de él, se trata de mí”, afirma Victoria, distanciándose de Beckham, la serie que centró la atención en su esposo, David Beckham. Esta vez, la narrativa gira en torno a su propio viaje de vida.
De Victoria Adams a la Spice Pija: Un viaje transformador
Antes de convertirse en un ícono global, Victoria Adams era una adolescente solitaria que enfrentaba el acoso escolar. Sin encajar y con sueños de dedicarse al arte, su destino cambió radicalmente en 1994 cuando audicionó para un grupo que no sabía que revolucionaría la música: las Spice Girls.
Como Posh Spice, encontró no solo fama, sino también su identidad. “Ellas me hicieron sentir alegre, divertida… me enseñaron a aceptarme”, confiesa. Con sus compañeras, lanzó un potente mensaje de empoderamiento conocido como girl power, resonando aún en la actualidad.
La presión de la fama y el peso de las expectativas
La serie no evade temas delicados. Victoria comparte su lucha con la presión mediática y un trastorno alimentario: “Te vuelves experta en mentir”. A lo largo de los 90 y 2000, su figura fue objeto de análisis constante por parte de los medios. Recuerda con dolor cómo fue pesada en televisión nacional tras el nacimiento de su hijo. “Controlaba lo único que podía: mi peso, pero de forma muy poco saludable”.
David Beckham, su esposo, también reflexiona sobre las críticas ejercidas hacia las mujeres en esos tiempos: “Era triste que la gente sintiera que podía juzgar a una mujer por su peso y aspecto. Eso no debería ser aceptable hoy”. Sin embargo, el espíritu de la obsesión por la perfección persiste, aunque con nuevas formas.
“Cuando tienes un trastorno alimentario te vuelves muy buena mintiendo” -Victoria Beckham
Amor, superación y un nuevo comienzo
Conocer a David en 1997 marcó un hito en su vida, aunque no definió su identidad. Su relación se ha mantenido firme durante 28 años, resistiendo la presión mediática y los cambios profesionales. Después de la disolución de las Spice Girls, Victoria se convirtió en un símbolo durante la era de las WAGs —esposas y novias de futbolistas—, un fenómeno que fusionó romance, estilo y atención mediática. Aunque describe esa etapa como «divertida», admite que había un trasfondo de búsqueda de atención.
Con ironía, rememora su antigua opulencia, “Enterré esas tetas en Baden-Baden”, aludiendo a su imagen en el Mundial de 2006. Ese fue su punto de partida hacia una estética más sofisticada y equilibrada.
La moda: desafiando expectativas
Su transición hacia el mundo de la moda fue tumultuosa. Pocos creían en ella, excepto el diseñador Roland Mouret, quien le impartió valiosas lecciones. “Pensé que era solamente un pasatiempo”, admitió Anna Wintour, quien al principio era escéptica. Sin embargo, Victoria no dudó de su visión.
“Casi lo pierdo todo y eso fue muy duro”, revela. “Lloraba antes de cada jornada laboral porque sentía que estaba al borde del colapso”. El punto crítico llegó cuando su marca estuvo a un paso de la quiebra, aunque su espíritu emprendedor siempre la mantuvo en pie. Sus esfuerzos fueron recompensados cuando Anna Wintour estuvo en primera fila de sus desfiles y su moda se consolidó a nivel internacional.
Figuras como Gigi Hadid y Donatella Versace han aclamado su talento, mientras amigas cercanas como Eva Longoria destacan su tenacidad e instinto innovador. “Victoria mostró que estábamos muy equivocadas”, admite Anna Wintour. Hoy, más allá de su éxito comercial, Victoria ha ganado respeto en el mundo de la moda.
La mujer detrás de la imagen
Finalmente, Victoria reflexiona sobre su famosa imagen de “mujer que nunca sonríe”. “Cada vez que aparece una cámara, me protejo e levanto mi armadura”, explica. Asimismo, comparte con humor que la razón detrás de su expresión seria en las alfombras rojas es que David siempre se posiciona a su izquierda, evitando que sonría.
“Sonrío por dentro, pero nadie lo ve”, concluye con un guiño.
Reencuentros y nuevas perspectivas
El estreno en Londres reunió a casi todas las Spice Girls, lo que generó un ambiente de emoción y recuerdos compartidos. Este gesto simboliza la esencia de su viaje: empoderamiento femenino, amistad y reinvención constante.
A los 51 años, Victoria Beckham sigue trazando su camino. “El éxito se siente increíble, pero todavía tengo mucho por hacer”, reconoce. Después de verla abrirse de esta manera, queda claro que su historia está en pleno desarrollo y, lejos de cerrarse, apenas comienza.