Tras un sorpresivo despido el pasado 17 de noviembre, Sam Altman ha vuelto al consejo de administración de OpenAI, la empresa reconocida por su desarrollo en inteligencia artificial con ChatGPT. Luego de una investigación independiente realizada a petición de la comisión del consejo, se concluyó que no existían motivos para su destitución.

En un comunicado oficial, la firma expresó su total respaldo al liderazgo de Altman y Greg Brockman, presidente en ese momento. El presidente del consejo, Bret Taylor, afirmó que tanto Sam como Greg son los líderes adecuados para OpenAI, luego de una exhaustiva revisión llevada a cabo por la firma WilmerHale, la cual revisó más de 30.000 documentos y realizó entrevistas a varias partes involucradas.

El informe de WilmerHale desestimó que la decisión de destituir a Altman surgiera por preocupaciones de seguridad, ritmo de desarrollo, situación financiera o declaraciones públicas de la empresa. Además, indicó que el consejo actuó sin considerar adecuadamente las implicaciones de su decisión y no otorgó a Altman la oportunidad de abordar las preocupaciones.

Tras revisar el informe de la investigación, la comisión especial de OpenAI recomendó al consejo el restablecimiento de Altman y Brockman en sus cargos, quienes fueron destituidos simultáneamente el 21 de noviembre. Con esta resolución, la empresa ha decidido avanzar nombrando nuevos miembros al consejo y mejorando sus prácticas de gobierno. Entre las medidas adoptadas se encuentra el fortalecimiento de la política de conflictos de intereses y la creación de una línea directa de denuncias anónimas para empleados y contratistas.

Tres nuevas consejeras se suman al equipo

Además del retorno de Altman, OpenAI ha incorporado tres nuevas consejeras para equilibrar la representación de género en el consejo, que anteriormente estaba conformado por tres hombres. Las nuevas integrantes son Sue Desmond-Hellmann, Nicole Seligman y Fidji Simo, todas con destacada trayectoria en sus respectivos sectores.

Con un consejo renovado y reforzado, OpenAI busca garantizar el avance de su misión de utilizar la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad. Esta reestructuración se produce en medio de demandas interpuestas por Elon Musk, quien cuestiona el rumbo comercial de la empresa frente a su propósito original.

La valoración reciente de OpenAI en alrededor de 86.000 millones de dólares y los intereses económicos involucrados han sido determinantes en la decisión de reincorporar a Sam Altman a la empresa. Con un equipo directivo renovado y comprometido, se espera que OpenAI continúe liderando el desarrollo de la inteligencia artificial para el beneficio global.