El consejo de administración de OpenAI, ha anunciado este viernes por sorpresa el despido fulminante por pérdida de confianza de Sam Altman, al que acusa de no ser honesto con la firma. Altman deja de ser consejero encargado y abandona el consejo de administración. Mira Murati, directiva de Tecnología, ocupará el cargo de directiva general interina mientras que se busca a un substituto permanente.

“La salida del señor Altman se produce tras un proceso de revisión deliberativa por parte del consejo, que llegó a la conclusión de que no fue siempre sincero en sus comunicaciones con el consejo, obstaculizando su capacidad para ejercer sus responsabilidades. El consejo ya no confía en su capacidad para seguir dirigiendo OpenAI”, dice en un comunicado la firma autora de ChatGPT, que ha expuesto al planeta la capacidad de la inteligencia artificial generativa. Greg Brockman, que asistió a Altman a fundar OpenAI, asimismo va a dejar el cargo de presidente del consejo, si bien continuará en su puesto en la compañía, reportando al primer ejecutivo.

El éxito de ChatGPT, lanzado el treinta de noviembre de dos mil veintidos, hace prácticamente un año, ha abierto una carrera en la que todos y cada uno de los gigantes tecnológicos pisan el acelerador en pos de desarrollar sus herramientas y aplicaciones de inteligencia artificial generativa. Altman se transformó en la tarjeta de presentación de OpenAI y ChatGPT. Era la persona que ponía semblante al apogeo de la inteligencia artificial. No había foro de discusión al que no fuese convidado. Visitó la Casa Blanca, compareció frente al Congreso de Estados Unidos y en sus viajes internacionales asimismo se reunía con gobernantes y autoridades como embajador de la inteligencia artificial. Esta misma semana participó en un foro de discusión tecnológico en San Francisco con ocasión de la visita del presidente de China, Xi Jinping.

En el comunicado difundido este viernes, el consejo resalta que OpenAI se estructuró de forma deliberada para impulsar la misión de que la inteligencia artificial favorezca a toda la humanidad y asegura que prosigue totalmente comprometido con esta misión. “Agradecemos las numerosas contribuciones de Sam a la fundación y el crecimiento de OpenAI. Al mismo tiempo, creemos que es necesario un nuevo liderazgo a medida que avanzamos”, señala. Altman creó Open AI

La compañía no da explicaciones de qué es lo que ha motivado la pérdida de confianza en Altman. La empresa estaba inmersa en una colocación de acciones en la que aspiraba a una valoración próxima a los noventa millones de dólares americanos. Las acciones a poner no eran de una ronda de financiación mediante una ampliación de capital, sino procederían de las que tienen los empleados de la compañía, que conseguirían con la operación enormes plusvalías. También se apuntaría unas enormes ganancias sobre el papel Microsoft, que controla un cuarenta y nueve% del capital y que acordó una millonaria inversión en OpenAI en el mes de enero pasado con una valoración de referencia de cerca de treinta.000 millones de dólares americanos.

Sustituta provisional

Miembro del equipo directivo de OpenAI a lo largo de 5 años, la substituta temporal de Altman, Mira Murati, ha desempeñado un papel esencial en la evolución de OpenAI. “Aporta un conjunto único de habilidades, comprensión de los valores de la empresa, operaciones y negocios, y ya lidera las funciones de investigación, producto y seguridad de la empresa. Dada su larga trayectoria y su estrecha relación con todos los aspectos de la empresa, incluida su experiencia en gobernanza y política de IA, el consejo cree que está especialmente cualificada para el cargo y prevé una transición fluida mientras lleva a cabo una búsqueda formal de un consejero delegado permanente”, señala el comunicado.

Tras la salida de Brockman y Altman, el consejo de OpenAI está formado por el científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever; los consejeros independientes Adam D’Angelo, jefe de Quora, y Tasha McCauley, y por Helen Toner, del Georgetown Center for Security and Emerging Technology.

La firma fue fundada en dos mil quince, originalmente solo como ONG, con Sam Altman y Elon Musk como copresidentes. Musk, Altman, el directivo de tecnología; Greg Brockman, viejo directivo de tecnología de Stripe, los inversores Reid Hoffman, Jessica Livingston y Peter Thiel y las firmas Amazon Web Services (AWS), Infosys y YC Research se comprometieron a aportar mil millones de dólares americanos en donaciones. En dos mil dieciocho, Musk dejó la organización y Altman decidió crear la compañía OpenAI LP para poder captar recursos para sus investigaciones.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.