Las redes sociales han evolucionado a lo largo de los años, pero un aspecto continúa presente: el comportamiento tóxico de los usuarios. Un reciente estudio publicado en Nature ha analizado más de 500 millones de interacciones en línea a lo largo de 34 años en ocho plataformas distintas, buscando comprender mejor la raíz de la toxicidad en internet.
El estudio revela que la toxicidad en línea está estrechamente relacionada con los comportamientos humanos y no es un fenómeno nuevo generado específicamente por las redes sociales. Según Walter Quattrociocchi, profesor de la Universidad de La Sapienza, la toxicidad es un resultado natural de las discusiones en línea, independientemente de la plataforma utilizada.
Las plataformas analizadas incluyen Facebook, Twitter, YouTube, Reddit, entre otras. La toxicidad se define como comentarios groseros, irrespetuosos o irracionales que pueden llevar a alguien a abandonar una discusión.
La toxicidad no aleja a los usuarios
Contrario a la creencia popular, la investigación muestra que la presencia de toxicidad no disminuye el atractivo de una plataforma. Los usuarios no suelen percibir la toxicidad como un factor determinante para participar en conversaciones en línea, ya que carecen de señales no verbales como tono de voz o gestos para interpretarla.
Además, se ha encontrado que la polarización y la diversidad de opiniones pueden contribuir más a discusiones hostiles que la propia toxicidad. La controversia genera interacciones entre usuarios con diferentes puntos de vista, lo que promueve la participación en las plataformas.
Este hallazgo sugiere la necesidad de abordar la moderación de contenido de manera diferenciada, fomentando debates saludables y filtrando el contenido tóxico de forma efectiva para que el comportamiento humano en línea sea más constructivo y respetuoso.
Aunque la toxicidad en línea está vinculada al comportamiento humano, el estudio enfatiza que no todas las interacciones en internet deben ser tóxicas. Promover la conciencia sobre nuestro comportamiento en línea y brindar educación mediática son pasos clave para reducir la toxicidad y mejorar la calidad de nuestras interacciones en la red.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.