El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha reconocido que los costes de venta en los supermercados de la firma han subido «una burrada», como jamás había visto, mas ha asegurado que la compañía se ha «dejado la piel» para repercutir menos costos a los usuarios y ser «buque de contención» entre la cadena de valor y el público. Según el empresario, si no se hubiesen subido los costes, «el desastre de la cadena de producción hubiese sido impresionante«.

Así lo ha manifestado a lo largo de la conferencia de prensa anual para presentar los resultados de dos mil veintidos de Mercadona, en la que ha explicado que la compañía valenciana ha experimentado un doce% de subida de costes de sus distribuidores y ha repercutido al público un aumento del diez%.

«Hemos logrado mitigar dos puntos que para nosotros es mucho, seiscientos millones, nos hemos dejado la piel para procurar mitigar estos dos puntos», ha remarcado.

Roig ha manifestado que en Mercadona están «muy preocupados por la inflación» por el hecho de que afecta a las rentas más bajas.