La utilización del iris como dato biométrico ha generado polémica recientemente, especialmente con la empresa Worldcoin, la cual escaneó los iris de 400.000 ciudadanos españoles a cambio de criptomonedas. Ante esta situación, la Agencia Española de Protección de Datos ha tomado medidas cautelares para investigar si la recopilación de este tipo de datos es legal o no, bloqueando temporalmente su uso.

El iris, dentro de los datos biométricos, es considerado uno de los más precisos para identificar a una persona de forma única. Su lectura detallada puede proporcionar información fisiológica y de comportamiento, lo que lo hace especialmente valioso en entornos de alta seguridad. Sin embargo, su uso plantea desafíos en cuanto a la privacidad y el tratamiento adecuado de estos datos sensibles.

La importancia de los datos biométricos

Los datos biométricos, como el iris, son únicos para cada individuo y suelen permanecer inalterables a lo largo del tiempo. Esta característica los convierte en una herramienta efectiva para la identificación personal, pero también plantea preocupaciones en cuanto a su uso y protección. La normativa europea considera a los datos biométricos como una categoría especial, requiriendo un tratamiento legal más estricto y el consentimiento expreso de la persona afectada.

En el caso de Worldcoin, la conversión de los iris escaneados en códigos alfanuméricos plantea interrogantes sobre la transparencia en el uso de esta información y la posibilidad de que sea compartida con terceros sin el debido consentimiento. Expertos en protección de datos advierten sobre los riesgos de utilizar datos biométricos con propósitos no legítimos, como la suplantación de identidad o la vigilancia masiva.

Privacidad y protección de datos

La privacidad de los datos biométricos es fundamental para garantizar la integridad de las personas y prevenir posibles abusos. A pesar de que algunos individuos pueden no preocuparse por su privacidad, su negligencia en este aspecto puede afectar a terceros e incrementar la vulnerabilidad a ataques cibernéticos o fraudes.

Expertos en seguridad informática hacen hincapié en la importancia de concienciar sobre los riesgos asociados al uso indiscriminado de tecnologías biométricas, como la lectura de iris. Normalizar su uso sin las debidas precauciones podría tener consecuencias negativas a largo plazo, tanto a nivel individual como colectivo.

En resumen, la protección de los datos biométricos, como el iris, requiere una legislación clara, un uso responsable por parte de las empresas y la concienciación de la población sobre los riesgos y beneficios de esta tecnología. Asegurar la privacidad y la seguridad de estos datos es fundamental para preservar la dignidad y autonomía de las personas en la era digital.

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