SIU:, ZENA:, TYRA: y MARTY:. Así se llaman las 4 miembros del conjunto de pop surcoreano MAVE:, que comenzó el mes pasado de enero con la canción PANDORA. Tienen entre diecinueve y veinte años y cada una procede de un país diferente, desde Estados Unidos hasta Indonesia, si bien todas y cada una tienen rasgos asiáticos, como es frecuente en la industria del entretenimiento de Corea del Sur. Su primer videoclip supera los veinte millones de visualizaciones, mientras que que su cuenta de Spotify tiene más de un millón y medio de escuchantes mensuales. En marzo, aparecieron en el programa musical Show! Music Core, emitido en el canal de TV MBC, como cualquier conjunto de k-pop con determinada influencia que asiste para promocionar su nuevo single. Las miembros han participado en desafíos de TikTok e inclusive han festejado los cien días desde su debut. Sin embargo, pese a las cantidades y de los logros que las acompañan, es posible que lo que más sorprenda a quien aún no las conoce es que se trata de avatares. Gracias a la inteligencia artificial, a la tecnología de 3D, a la RA y a la síntesis de voz, estas vocalistas virtuales pueden pasar por un conjunto de pop usual, en ocasiones difícilmente distinguible de uno formado por humanos, sobre todo en lo referente al canto.

El nombre de MAVE: procede de make new wave (crea una nueva ola) o de meta wave, puesto que el conjunto tiene la “ambición de crear una nueva ola en la escena del k-pop durante la era del metaverso”. Es frecuente que los nombres de los conjuntos de pop coreano oculten un significado relacionado con los miembros, con lo que pretenden conseguir con su música o con lo que desean trasmitir. Del mismo modo, los nombres de sus fanes, que asimismo los establecen las compañías de entretenimiento, tienen un sentido y una relación con el conjunto en cuestión. En este caso, los fanes de MAVE: se llaman MAZE: (laberinto), por el hecho de que, al lado del conjunto “crearán un nuevo camino, un laberinto, en el que nadie se ha aventurado todavía, con la creencia inquebrantable de que encontrarán una salida mientras permanezcan unidos”.

Sung-Ku Kang, directivo de tecnología de Metaverse Entertainment, compañía al cargo del conjunto, explica a este diario a través del correo que el proyecto consta de exactamente la misma planificación y producción que las que se realizan con los conjuntos de idols reales. “Los miembros de la empresa son expertos en diversas áreas, como los videojuegos, el entretenimiento, la música… Y tienen un profundo entendimiento sobre cómo lograr buenos resultados y crear personajes queridos”, expone.

Pero, ¿qué se halla fuera del alcance de los ídolos humanos que sí puede ofrecer un conjunto de avatares? Según especifica Kang, “como un grupo virtual, puedes hacer una coreografía a una velocidad y a un nivel de dificultad que sería difícil de lograr para un cantante real y se puede recurrir a todo tipo de imaginación al crear los vídeos musicales”. Además, apunta que los miembros de los conjuntos usuales acostumbran a tener diferentes talentos y hay una disparidad entre ellos, mas los ídolos virtuales no deben administrar eso. Por supuesto, asimismo cuentan con una ventaja evidente: la de estar en múltiples lugares al tiempo. “Pueden actuar en Corea y una hora después en Estados Unidos, o directamente frente a los seguidores de todo el mundo a la vez”, señala el directivo.

Sin embargo, al verlas actuar, la primera duda que le puede surgir al espectador es si hay jóvenes vocalistas reales tras tanta tecnología. En lo que se refiere a la apariencia, sus semblantes no están basados en nadie real específicamente. Se crearon “apariencias del tipo de los idols, se mezclaron resultados y se modificaron manualmente”. El origen de sus habilidades de canto se encuentra en una mezcla de las voces de actores de voz reales y de lo que produce la inteligencia artificial, de manera que se “entrenan” a fin de que charlen como lo hacen esos actores. Sung-Ku Kang explica que van a seguir usando esa mezcla, asimismo decidiendo dependiendo de la situación, mas con el propósito de acrecentar el uso de las voces generadas por la inteligencia artificial.

Las integrantes de MAVE:, además de grabar contenidos, pueden interactuar en tiempo real. MAVE:

Puede que lo que lleve más trabajo sea conseguir coreografías que se asemejen a los bailes de los idols humanos. “Requiere un gran esfuerzo lograr que un artista virtual se mueva con la naturalidad de un humano. Para hacer que los movimientos sean naturales, utilizamos tecnología de captura del movimiento para grabar con gran precisión los de las personas reales, y tecnología de simulación para conseguir que la ropa y el pelo también se desplacen de forma natural con la actividad”, relata Kang. Pero todo esto no se lograría sin un buen trabajo en la grabación: para rodar el videoclip de PANDORA, se utilizó un estudio de ocho metros de alto y 20 por 20 de ancho y largo con equipamiento para la captura del movimiento y cámaras de todo tipo, con el fin de grabar los desplazamientos del mismo modo que en un vídeo musical real. “Eso nos permitió ver cómo interactuaban los actores de forma natural con las cámaras y hacer la posproducción y la edición con lo que habíamos grabado”, añade el directivo de Metaverse.

Las integrantes de MAVE:, además de grabar contenidos, pueden interactuar en tiempo real. Kang aclara que no es algo muy distinto a lo que hacen los YouTubers virtuales. “Nuestro objetivo es crear una conexión emocional, memorable y a largo plazo con cada fan, más que tener simplemente un servicio de chat bot”, como el que tiene disponible ahora mismo, añade. Entre las tecnologías necesarias para crear este grupo se incluyen, además de la inteligencia virtual y de otras técnicas mencionadas, machine learning, el modelado 3D, distintas técnicas de simulación para controlar los movimientos faciales y corporales, la realidad aumentada y la realidad virtual, sobre todo para los conciertos virtuales y para las interacciones con los seguidores, el análisis de datos y las tecnologías de la nube.

Metaverse Entertainment, empresa subsidiaria del desarrollador de videojuegos Netmarble, es la compañía a cargo del proyecto, del que también forma parte Kakao Entertainment, la empresa de entretenimiento dueña del ‘WhatsApp coreano’, Kakao Talk, de múltiples agencias de conjuntos de k-pop y de actores, del servicio de streaming musical Melon y de una gran plataforma de Webtoons, cómics en formato vertical muy populares en el mundo entero, mas sobre todo en Asia. En la creación y en las actividades de MAVE: trabaja más de cien profesionales, y muchos de ellos han trabajado o trabajan en general con artistas de carne y hueso. PANDORA lo compusieron Maxx Song y Kyler Niko, que han producido canciones para ciertos conjuntos más conocidos de la industria, como Seventeen, Red Velvet o Monsta X; el directivo del videoclip, Flipevil, estuvo al cargo de ciertos de IU, la solista más triunfante del país; y la coreografía corrió al cargo de Freemind, coreógrafo de dos de los mayores éxitos de IVE.

MAVE: no es el primer conjunto musical surcoreano formado por avatares, mas sí el que más influencia ha tenido hasta la data. En dos mil veintiuno, asimismo en Corea, comenzó Superkind, en el que solo uno de los miembros es un avatar y, en el caso de las miembros de Eternity, que comenzaron exactamente el mismo año, la compañía Pulse9 empleó la tecnología a la que denomina deep real, con la que asegura crear “caras realistas independientemente de la raza, la edad o el género”. Sin embargo, donde se produjeron los vocalistas virtuales fue en Japón, en dos mil siete, con la creación de Hatsune Miku, un holograma que aun ha dado conciertos en directo.