La start-up ideal debe meditar de la misma manera que una colmena de abejas. Así es, las bases de los emprendedores que perviven en el ecosistema son afines a las obreras polinizadoras. En un ambiente que se ya basta de la naturaleza, las abejas nos enseñan la relevancia de la colaboración, la especialización y la sostenibilidad. Al trabajar juntas, centradas en un fin común, consiguen resultados significativos como edificar sus colmenas o generar miel y superar retos de forma más eficaz.

La capacidad de las abejas para organizarse y desempeñar sus papeles de forma codependiente nos enseña la relevancia de valorar y aprovechar las fortalezas individuales para el beneficio del equipo y la comunidad por norma general, y sobre todo producir un impacto positivo al ambiente natural. Justamente, los retos a los que se encaran las start-ups, sin importar lo más mínimo la industria en la que operan, no han alterado a lo largo del tiempo.

Aún persisten determinados retos: formar un equipo sólido, hallar un inconveniente real, validar aptitud comercial y asegurar financiamiento para impulsar el crecimiento. Sin embargo, en este escenario, la sustentabilidad ha emergido como un factor esencial que las start-ups no pueden pasar por alto. Esta ya no puede considerarse como una pura herramienta de greenwashing o un accesorio.

Las empresas que liderarán la nueva economía deben tener la sustentabilidad en el centro de su negocio, como un indicador clave de su propósito y éxito. No solo cumplir con las demandas de los usuarios –quienes son más conscientes y exigentes con el medio ambiente–, asimismo enfrentar los retos medioambientales frecuentes como sociedad.

Salvador Achando, CEO GetBack.

Desde la logística inversa hemos detectado como cientos y cientos de productos acaban desechados, perjudicando el incremento de la basura. Así asimismo, los recorridos superfluos de recorridos para devoluciones que aumentan la polución. Al añadir la sustentabilidad como un factor central de valor, las start-ups suman nuevas habilidades en su forma de trabajar. Esta puede ser en el diseño de productos o servicios sustentables, la reducción de emisiones o eficacia energética. También sumar una cultura organizacional responsable con su ambiente y que fomente una huella afable.

Ante esto, es esencial que se comprometan auténticamente con la sostenibilidad y eviten cualquier impacto negativo en el medioambiente, ya que los usuarios y clientes del servicio van a tener la capacidad de castigarlos con la cartera, optando por productos y servicios alternativos que cumplan con criterios más sustentables. Afortunadamente, se ha mostrado una creciente conciencia y compromiso por la parte de los creadores.

Se incluyen ventajas a nivel competitivo en frente de los contendientes, valor de marca y acceso a financiamiento. Cada vez más fondos de inversión están interesados en apoyar modelos de negocio que tienen como propósito de impacto positivo. Además, las start-ups sustentables tienen la ocasión de forjar una relación sólida y durable con sus clientes del servicio.

Para los emprendedores que desean hacer de la sustentabilidad una prioridad en sus start-ups, recomendaría: delimitar meridianamente el propósito de la compañía, integrar la sostenibilidad en su modelo de negocios desde el comienzo, promover una cultura y prácticas responsables interiormente y medir y comunicar el impacto generado.

Salvador Achando, CEO GetBack.

En resumen, la sustentabilidad no puede ser pasada por alto en el planeta de las start-ups. Desde mi participación en el ecosistema, he sido testigo del poder transformador que tiene la sostenibilidad cuando se integra en su núcleo. Las nuevas empresas deben aceptar el reto de construir un futuro más sustentable, y al hacerlo, hallarán una mayor conexión con el entorno, asegurarán su permanencia en el rubro y contribuirán a una economía más equilibrada, como asimismo más consciente sobre el medioambiente.