Los planes de cero emisiones netas de CO2 en un largo plazo que han hecho veinticuatro multinacionales son deficientes y, en buena medida, falsos, y además de esto distraen la atención del descalabro en la reducción de las emisiones para cumplir en dos mil treinta los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París.

El más reciente Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa del conjunto de especialistas del New Climate Institute, con sede en Berlín, pinta una imagen muy negativa del campo privado en lo relativo a una descarbonización significativa. 

El informe halló que las estrategias climáticas de quince de las veinticuatro empresas encuestadas tenían una “integridad baja” o “muy baja” por sus compromisos inapropiados o equívocos. Casi todas y cada una de las grandes corporaciones se han comprometido a lograr la neutralidad de sus emisiones en las próximas 3 décadas. Pero el propósito de las cero emisiones netas solo es asequible con un recorte mínimo de emisiones del noventa%, afirman los autores del informe.

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Sin embargo, en promedio, las compañías solo reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en más o menos un treinta y seis %, lo que es, conforme el informe, “totalmente insuficiente” para limitar el incremento de la temperatura global a uno con cinco grados Celsius. Solo 5 de las veinticuatro empresas (Grupo H&M, Holcim, Stellantis, Maersk y ThyssenKrupp) se comprometieron a reducir sus emisiones en, por lo menos, alrededor del noventa % para sus respectivos años objetivo de cero emisiones netas.

Sí a la neutralidad de carbono, mas ‘negocios son negocios’

Las promesas de neutralidad climática de la mitad de las corporaciones analizadas, incluyendo las empresas tecnológicas Apple, Google y Microsoft, y el servicio postal alemán Deutsche Post DHL, son engañosísimas por el hecho de que solo se refieren al tres% de sus emisiones totales.

“Sorprendentemente”, la mayoría de las emisiones propias de las compañías se quedan fuera, apunta Thomas Day, analista del New Climate Institute y coautor del informe. Para , la terminología de cero neto “realmente debería representar una descarbonización profunda para no mentir a inversores y consumidores”.

Solo 3 corporaciones, la compañía naviera Maersk y las compañías de telecomunicaciones Vodafone y Deutsche Telekom se comprometen a una descarbonización profunda en sus emisiones cara arriba y cara abajo en la cadena de valor.

“Esto crea una situación verdaderamente bastante difícil para este puñado de empresas que sí son auténticamente ambiciosas y participan en el proceso con más honradez e integridad, por el hecho de que es imposible que se distingan de las compañías que hacen greenwashing (‘lavado verde’ de imagen]”, lamenta Day.

La empresa danesa de logística Maersk es la única cuyo plan de reducción de emisiones ha sido calificado como “razonable” en el informe Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa.

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La insuficiencia de las promesas se ve agravada por el hecho de que dos tercios de las compañías planean —en sitio de reducir verdaderamente las emisiones a fin de ser climáticamente neutras— depender de la compensación de emisiones mediante créditos de carbono. Las empresas, todas y cada una miembros de la iniciativa de la ONU Race to Zero, cuyo número de miembros se ha tresdoblado a prácticamente nueve mil empresas desde enero de dos mil veintidos, acostumbran a recurrir a la reforestación de bosques y otras reservas biológicas de carbono para compensar sus emisiones.

Sin embargo, el informe apuntó que semejantes compensaciones podrían no ser capaces de anular las emisiones de GEI en un largo plazo si, por servirnos de un ejemplo, son destruidos por incendios forestales. Además, se precisarían de dos a 4 planetas si todas y cada una de las compañías planeasen estrategias de compensación de CO₂ en una escala afín.

Los objetivos de dos mil treinta no se cumplirán

La insuficiencia y vaguedad de los objetivos corporativos de cero emisiones netas en un largo plazo está disfrazando el descalabro aún mayor en los recortes en un corto plazo de emisiones para cumplir los objetivos de dos mil treinta, aseveran los autores, sin detenerse en las deplorables consecuencias de no hacerlo. Para conseguir la neutralidad de carbono a mediados de siglo, el informe estima que las compañías deben reducir las emisiones en un cuarenta y tres % para dos mil treinta desde los niveles de dos mil diecinueve.

“En promedio, estas veinticuatro empresas se comprometen a reducir las emisiones solo un quince% para 2030”, apunta Day. Muy lejos de lo que habría de ser, asevera, y siguiendo el tradicional razonamiento de que “los negocios son los negocios”.

Las empresas están respondiendo a una demanda real de los usuarios, accionistas y reguladores para avanzar cara la descarbonización, mas “la fragmentación de los enfoques y la falta general de regulación o supervisión quiere decir que es más bastante difícil que jamás distinguir entre el liderazgo climático real y el lavado verde sin fundamento”, lamenta el informe.

Solo una compañía con plan de “integridad adecuada”

De las compañías encuestadas, la estrategia climática del gigante siderúrgico alemán ThyssenKrupp fue calificada como de “integridad moderada”, mas las de Deutsche Post DHL, Volkswagen y Mercedes-Benz tenían integridad “baja”. Desde la publicación del primer Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa, hace un año, ha habido pocos avances generalmente, conforme el informe.

Como en la edición de dos mil veintidos del informe, la multinacional danesa Maersk es la única empresa cuya estrategia climática consiguió una calificación de integridad “razonable”, en parte debido a la inversión en comburentes alternativos.

Importancia del escrutinio público

Una de las primordiales conclusiones del informe es que la trasparencia y el escrutinio intensivo son claves para asegurar que las promesas y objetivos sean creíbles. Las empresas deben rendir cuentas si no lo son.

Pero eso es responsabilidad de reguladores que no pueden estar sometidos a la presión pública y a la de los accionistas para sostener a las corporaciones alineadas con los objetivos climáticos, asevera Thomas Day.

“Los reguladores, los responsables de los estándares internacionales y las compañías deben concentrarse con gran determinación en la integridad de los planes de reducción de emisiones de las compañías hasta 2030”, solicita. “Los planes corporativos actuales en modo alguno reflejan la emergencia de los recortes radicales de emisiones precisos de forma inmediata”, lamenta.

A continuación una lista de ciertas empresas evaluadas por el Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa, que califica la integridad de sus estrategias climáticas en una escala que va de “alta” a “muy baja”. La lista va en orden descendente:

EmpresaIntegridad de sus estrategias climáticasMaerskRazonableAppleModeradaArcelor MittalModeradaGoogleModeradaH&M GroupModeradaHolcimModeradaMicrosoftModeradaStellantisModeradaThyssenkruppModeradaAmazonBajaDeutsche Post DHLBajaFoxconnBajaInditexBajaMercedes-BenzBajaNestléBajaPepsicoBajaVolkswagenBajaWalmartBajaAmerican AirlinesMuy BajaCarrefourMuy BajaJBSMuy BajaSamsung ElectronicsMuy BajaDW_Banner