Rappi pasó de ser un bebé a ser un adulto, afirma su nuevo VP tras reorganización

Rappi tuvo una convulsión hace unas semanas que pasó inadvertida. Por un lado, hubo despidos, y por el otro, hubo ascensos. Uno de los que ascendió fue Alejandro Solís, que pasó de ser country manager de la plataforma de comercio on-line y servicios financieros en México, a ser su vicepresidente senior para Hispanoamérica, menos Brasil.

“Independientemente de la circunstancia global, en nuestro caso, Rappi pasó de ser un bebé a ser un adulto”, afirmó Solís en una entrevista exclusiva con FORBES. “Estamos institucionalizando la compañía. Uno de los cambios fuertes fue dividir la operación entre Brasil y los países de habla hispana donde existen muchas sinergias, como el idioma y la relación con los aliados comerciales. Otro cambio que hicimos fue en el organigrama con el que atendemos a las audiencias, a los aliados, a los repartidores y a los usuario con cambios. Eso implicó que gente subió de puesto y que ciertos que estaban duplicados, hicimos una reorganización que implicó la salida de determinadas personas. Hubo salidas y hubo ascensos”.

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Solís, que ya antes de unirse a Rappi era aliado como copropietario de un conjunto que se vendió, va a trabajar con los country managers de cada país para conseguir algo que ahora es prioridad para la compañía: la rentabilidad.

Rappi no está en picada

“A veces hay desconocimiento sobre nuestra operación pues Rappi ha venido medrando todos los años de forma continua. Hemos tenido desarrollo en ventas y desarrollo en órdenes. El año pasado alcanzamos más de ochenta y seis urbes, medrando frente al año anterior”, responde Solís, rebatiendo reportes recientes en la prensa que sugieren que la compañía va en caída, tomando como referencia números públicos de la operación en Colombia que no corresponden a sus estados financieros globales, los que prefieren sostener bajo confidencialidad. “Buscar desarrollo por desarrollo no te lleva a ningún lado. Venimos buscando rentabilidad desde hace muchos años. Hay verticales y geografías que ya son rentables”.

El nuevo vicepresidente de Rappi, que le reporta al CEO Simón Borrero, expresa que haber vivido fuera de México una gran parte de su vida va a ser una ventaja para atender los nuevos mercados que tiene a su cargo.

“No tenemos congeladas las contrataciones, estamos abiertos a contratar y tenemos vacantes abiertas. Lo que ocurre es que estamos más moderados que en pandemia, con estrategia y planeación”, complementa.

Rappi ahora tiene más de cuatro mil empleados. El año dos mil veintidos lo cerró con más de quinientos repartidores que emplearon la plataforma —un incremento de noventa y siete% frente años precedentes a la pandemia— y con más de veinte millones de usuarios únicos —un incremento de siete% en frente de 2021—, sosteniendo el desarrollo sostenido que ha tenido un año tras otro. Más de trescientos cincuenta comercios y restoranes la están utilizando. Todo en trescientos veinte urbes en Chile, México, Costa Rica, Colombia, Perú, Ecuador, Argentina y Brasil.

¿Hay planes de salir a bolsa?

“Lo primero que debo hacer en el nuevo rol es oír, comprender los inconvenientes, vamos a estar visitando todos y cada uno de los mercados para tener ese crecimiento”, asevera Solís. El “2022 fue un año retador, en el que debimos amoldarnos a la realidad pospandemia, con un consumo que se ha redefinido. Quienes son multiplataforma como , se han podido amoldar a esta nueva realidad. En este modelo se precisa una alta utilización de la plataforma a fin de que los repartidores puedan tener todo el día”.

De hecho, conforme Solís, Rappi, que ha logrado más de US$ dos mil trescientos millones por la parte de inversores, viene controlando la paradoja entre desarrollo y rentabilidad desde la primera vez que WeWork procuró a salir a bolsa. “Desde entonces tenemos una disciplina mayor con nuestra operación”, agrega. “Estos negocios son de márgenes exageradamente delgados, precisas escalar para poder abonar la tecnología, institucionalizar todo para operar de una forma más eficaz y ágil”.

Así mismo, Solís asegura que los planes de salida a bolsa “nunca estuvieron escritos” y que es una cosa que están valorando “de forma continua”.

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Para dos mil veintitres, revela que en los planes contemplan abrir nuevas urbes en diferentes unas partes de América Latina, concentrados en “operar bien” las microzonas.

“Queremos sostener el espíritu emprendedor, para no transformarnos en un corporativo que se mueve lento y que no aporta valor, perdiendo la magia”, manifiesta Solís. “Nuestro equipo sabe que debe tener la disciplina de no encontrarse un par de veces con exactamente la misma piedra, por eso a personas que hayan innovado ya antes las recibimos como responsables para llevar a buen puerto las iniciativas”.

Lo complementa Juliana Pulecio, directiva global de comunicaciones de Rappi: “Queremos traer lo mejor de los dos mundos del corporativo y de la startup. Sabemos que el equipo debe tener estructura y ciertas reglas de juego. Creamos un espacio a fin de que se incentive la experimentación”.

Por otro lado, Solís destaca que dos de las áreas que marcan el futuro de la compañía es el brazo fintech (conocido en ciertos países como Rappipay y en otros como Rappibank), que en México se situó como segundo transmisor de tarjetas de crédito más fuerte del país, y asimismo Turbo, el servicio de entregas veloces que subsistió a la extinción de su primordial contendiente en ese segmento, Jokr, que desapareció de Hispanoamérica.

“Nos agradan las cosas difíciles”, concluye el nuevo vicepresidente de Rappi. “Hay mucho valor por añadir, tenemos esa centralidad en el usuario, el poder de recoger y empacar veloz, y de tener productos convenientes con inteligencia artificial”.