«Todo surgió de una idea innovadora«, así resume Cameron Adams la última década de Canva, la compañía de diseño en línea de la que es CPO (Chief Product Officer) y cofundador, al lado de Melanie Perkins (CEO) y Cliff Obrecht (COO). «A partir de ella hemos ido desarrollando un producto durante los últimos diez años».

Adams llegó a Canva tras pasar por Google, donde trabajó en Google Wave (un proyecto que fracasó un año después de su presentación, mas que se considera uno de los predecesores de Google Drive), tras lo que se dedicó a emprender, instante en el que conoció a Perkins. 

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Ambos, al lado de Odebrecht, comenzaron a trabajar en el desarrollo de una herramienta que facilitara el diseño y lo hiciera alcanzable a todos y cada uno de los públicos, sin que importara su nivel de conocimiento, ubicación geográfica o poder adquisitivo. 

De esta idea nació Canva en dos mil trece, que, en nuestros días, está presente en ciento noventa países, tiene más de 3.5000 empleados en todo el mundo, suma más de 130 millones de usuarios activos y factura alrededor de 1.400 millones de dólares en ingresos cada año. Sin embargo, según cuenta Adams en una entrevista exclusiva con D+I en sus recién inauguradas oficinas en Londres, esto no ha hecho más que empezar. 

Confianza para innovar

«Es una combinación de diferentes cosas», tercia el fundador de Canva y CPO al ser preguntado por la clave tras el éxito de la firma. Entre ellas, destaca la innovación, que está presente «en el ADN de la compañía desde sus orígenes», pero también «el gran equipo que hay detrás».

«Es imprescindible tener un gran equipo en el que confíes, que confíe en ti, que aporte grandes ideas, pero también que colabore en el desarrollo de otras porque no hay nada que pueda hacer una sola persona», explica. 

Adams cuenta que la experimentación es parte imprescindible de la innovación y precisa que, en muchas ocasiones, productos o funcionalidades que parecen sencillas han tenido que pasar por multitud de debates y discusiones que implican a todas las áreas de la compañía hasta su composición final.

Inauguración de la oficina de Canva en Londres.


Inauguración de la oficina de Canva en Londres.

Canva

«Cuando creas un entorno seguro y de confianza es más probable que la gente comparta sus ideas y esos momentos innovadores que, de otra forma, podrían quedar sepultados», apunta. Así, precisa que estas innovaciones compartidas pueden ser lo que desencadene la «próxima ola del producto». 

El cofundador explica que un gran ejemplo de este proceso en su compañía está relacionado con la introducción en su plataforma de las imágenes generadas por inteligencia artificial a partir de un texto. Según recuerda, llevaban trabajando con la IA durante casi cuatro años, pero no fue hasta que vieron el uso que hizo de esta herramienta uno de los participantes de un hackathon y las posibilidades que ofrecía, cuando decidieron apostar por su desarrollo. 

«Vimos la demostración y dijimos ‘esto tiene que estar en el producto’, y tres semanas más tarde ya estaba disponible», afirma. «Es una combinación de tecnología, productividad y de moverte muy rápido cuando ves una oportunidad, algo que hemos repetido una y otra vez». 

Inteligencia artificial y diseño 

La inteligencia artificial, de hecho, se ha convertido en una de las ‘patas’ principales de la plataforma, que materializó su apuesta por esta tecnología con la presentación de una nueva ‘suite’ de productos basados en ella el pasado mes de marzo. Entre ellos, se encuentran funcionalidades para convertir texto en imágenes, sincronización de audio de forma automática o eliminación de un objeto y transformación en otro mediante una breve descripción.

«Sin duda, vemos la IA como el futuro de prácticamente todas las industrias, incluido el diseño», afirma Adams durante la conversación. 

No obstante, el CPO de Canva precisa que la incorporación de esta tecnología no significa que el producto vaya a ser un éxito de por sí, sino que la clave reside en ofrecer una experiencia de cliente «coherente» que ayude a «resolver alguna problemática». 

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«En Canva conseguimos que las personas pasasen de tardar días e incluso meses a la hora de hacer cualquier diseño a poder terminarlo en horas o minutos; ahora, con la IA, este tiempo se reduce, aún más, a apenas segundos», explica. «Es una continuación del viaje que empezamos hace diez años». 

Adams apunta que la inteligencia artificial no es la única herramienta tecnológica con la que trabajan en la compañía, sino que también tienen especial importancia los datos, a los que define como «el alma» de cualquier compañía. 

El cofundador señala que utilizan esta información para mejorar su servicio y personalizar la experiencia que cada usuario tiene con la aplicación, ofreciéndole una página de inicio única, en la que se recogen sugerencias de plantillas, iconos o imágenes en línea con las que ha utilizado previamente. 

Según avanza, la hiperpersonalización será una de las áreas en las que seguirán trabajando a futuro con el objetivo de ofrecer un producto diferenciado en cada uno de los mercados que opera, «como si fuese nativo». «Asegurar una experiencia local es muy importante para nosotros», afirma. 

El futuro de Canva 

Con la vista puesta en los próximos años, Adams señala que sus prioridades se centran en cuatro áreas fundamentales, donde destaca la expansión a otros mercados, entre ellos, Reino Unido, un país en el que la compañía acaba de inaugurar su primer campus con el que pretende abordar su expansión por Europa. 

«Europa es una región clave para nosotros por la diversidad que existe de cultura, de idiomas y la influencia que tiene en todo el mundo», precisa el cofundador, que añade que, actualmente, el 16% del total de la comunidad global de Canva está en esta localización, un porcentaje que la firma quiere doblar en los próximos años. 

En segundo lugar, avanza que otro de sus objetivos para la próxima década pasa por seguir creciendo en el sector empresarial. «Durante los primeros seis años de Canva, la mayoría de usuarios que utilizaban la aplicación lo hacían a nivel personal, para crear una invitación de cumpleaños, por ejemplo, pero, en los últimos tres o cuatro, hemos visto que está creciendo el número de gente que lo utiliza en equipo», explica Adams. «Es ahí donde vemos la próxima gran ola de crecimiento de Canva»

El cofundador señala que la tercera ‘pata’ pasa por hacer crecer el producto para multiplicar, a su vez, el número de personas que utilizan la aplicación. Adams puntualiza que, actualmente, cuentan con 135 millones de usuarios y su objetivo es llegar a los 1.000 millones en los próximos 5 años. 

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Para ello, precisa, su intención es seguir trabajando en producto local que aborde las diferentes formas de comunicación que existen en los distintos lugares del mundo, incluyendo desde pizarras colaborativas hasta vídeos o creación de páginas web. 

Por último, el CPO asimismo señala que otra de sus prioridades está relacionada con el impacto social que tiene la compañía. «Queremos que Canva no solo sea atractivo para el talento porque sea un gran lugar para desarrollarse profesionalmente, sino también por lo que aporta a la sociedad», asevera. 

Ante el interrogante de si España entra en los planes de expansión de la firma, Adams precisa que, si bien le encantaría contar con una oficina en Barcelona, por el momento no tienen planes previstos para su apertura, si bien deja la puerta abierta. «En algún momento ocurrirá, estoy seguro», concluye.