Hola, LuzIA, soy cronista. ¿De qué forma comenzarías un artículo sobre inteligencia artificial? Escribiendo… “La inteligencia artificial (IA) es una rama de la informática que busca crear sistemas capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la percepción. En los últimos años, ha habido grandes avances en la IA que están transformando la forma en que vivimos y trabajamos.” Seguro que ha habido muchísimos avances, mas desde esta línea -prácticamente- todo cuanto lean lo ha escrito un humano, que encima ha debido copiar y pegar lo que le respondía una máquina. Por suerte o desgraciadamente, aún no nos han quitado el trabajo.

Dicen los protagonistas de esta historia que a ellos se lo facilita. Aunque, claro, de qué forma no va a ser así. El trabajo de ellos consiste en ganar dinero merced a que le solicite por esa boca a la aplicación que han creado y que se emplea por medio de WhatsApp. LuzIA, mándame la mejor receta para hacer una tarta de queso; y te la manda. LuzIA, transcríbeme este audio, que es larguísimo y no me apetece escuchar; y te lo transcribe. LuzIA, escríbeme el artículo que… Y nada, que no hay forma. 

LuzIA, imagina 3 hombres de entre treinta y cuarenta años, empresarios, triunfantes y relacionados con el planeta de las nuevas tecnologías; y te manda esto. 


Tres emprendedores de éxito, en una imagen creada por LuzIA.

Veamos, por lo menos, si ha atinado con el retrato robot. Casualmente, el más similar es Javier Andrés, el inversor, a la izquierda en la fotografía real que ilustra este documental y en el centro como avatar aproximado en la creada por la inteligencia artificial. Con los otros dos asociados ha tenido menos fortuna. Hasta una asistenta virtual tiene sus preferidos, especialmente si vienen con dinero.

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El inversor

Javier Andrés.

La historia de Javier es seguramente la más triunfante del trío. En dos mil nueve creó una compañía de promoción y venta de entradas que llamó Ticketea. Le fue bien, realmente bien, y en dos mil dieciocho la vendió al gigante Eventbrite, con sede en San Francisco, por unos diez millones de euros. Javier Andrés empezó a hacer inversiones en otras compañías y amplió su lista de contactos a los tiburones que se mueven por Silicon Valley. “Le mandé un whatsapp a un socio de allí con la nueva aplicación que teníamos entre manos. La probó, me hizo cuatro preguntas y al momento me dijo: ‘quiero invertir’”. 

Y así, LuzIA dejó de ser el juguete de 3 frikis para transformarse en la nueva apuesta de A*, un fondo de inversión estadounidense experto en apostar por start up en fase de desarrollo. Invirtió desde el primer minuto en Airbnb, Pinterest o Uber. El fondo firmó un pacto de confidencialidad con LuzIA por el que no deja charlar de cifras, si bien, por como se presenta, no pinta mal. “Ahora tenemos la suficiente solvencia para ir al mercado a enseñar nuestro producto”, asegura Andrés.

«Le mandé un whatsapp a un socio de allí con la nueva aplicación que teníamos entre manos. La probó, me hizo cuatro preguntas y me dijo: ‘quiero invertir’.»

Javier Andrés, CMO de LuzIA

Pero, hemos comenzado por el final. ¿Quién había creado el invento, dónde se encuentra el amigo informático? La verdad es que su criatura no se ha esmerado mucho en retratar al padre, que poco debe ver con los modelos de la imagen virtual.

El desarrollador


Álvaro Martínez Higes.

Cedida

 “Cuando surge la primera versión de ChatGPT, yo le echo un poco de morro y consigo acceso rápidamente a ella, ya que en ese momento sólo se podía llegar a través de invitaciones y con mucha lista de espera. Estaba dando clases en la IE Business School en Madrid y, al compartirlo con mis alumnos, me doy cuenta de que empiezan a hacer mejores trabajos. Entonces dije, oye, ¿cómo puedo hacer para que todo el mundo se beneficie de ello?”, cuenta Álvaro Martínez Higes, el desarrollador. Pero ya antes de contestar a el interrogante, hagamos un inciso para revisar su currículo. 

Vale, no había logrado vender ninguna empresa a una multinacional, mas había estudiado un MBA en Administración de Empresas en el MIT de Massachusetts, trabajó como jefe de producto en Amazon y después desarrolló la expansión internacional de la plataforma de España para la busca de empleo Jobandtalent. Cuidado. Y, además de esto, fue jugador profesional de waterpolo, ganó dos torneos de España y hoy en día es subcampeón nacional de una modalidad llamada Swim-Run, que reúne carrera y natación. Ojo, madres buscando pareja para sus hijas. 

«Nuestra idea era dar superpoderes a todo el mundo, empoderar a la gente.»

Álvaro Martínez Higes, CEO de LuzIA

Aunque la madre que llamó a Álvaro fue la suya. Él compartió la aplicación con ella, que le pareció muy simple de emplear y “la empezó a utilizar para cosas chorra, como preguntarle que le contara la historia de Alcorcón”. “Pero, de repente un día me dice que la está empezando a utilizar para traducir a pacientes con los que no se entendía. Ella trabaja en un hospital y vi que esto tenía mucho potencial. Esa funcionalidad la puede hacer cualquier traductor como el de Google, pero esto era más accesible para todo el mundo, porque se utilizaba a través de WhatsApp”, sostiene. 

“ChatGPT la usa gente un poco más avanzada en las tecnologías. Nuestra idea era dar superpoderes a todo el mundo, empoderar a la gente”, asegura. De estudiantes a progenitores o “amxs de casa”, como aparece en su web. Todavía no hemos explicado de qué forma, mas ya antes completemos el reparto de los protagonistas. 

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El intermediario

Teníamos, por ende, a un especialista en producto con una aplicación prometedora y a un potencial inversor. La única queja es que no se conocían. Y ahí es donde entra en juego Carlos Pérez, el vínculo que vuelve posible que muchacho conozca a muchacho. “En 2014 le vendí a Javier mi empresa de gestión de eventos, que se llamaba Eventid. En ese momento nos hicimos socios y trabajamos juntos hasta después de la venta de Ticketea a los americanos. Más tarde monto una consultora para trabajar con compañías de Silicon Valley y nos compra Jobantalent. Llego a vicepresidente de Ingeniería y entonces conozco a Álvaro”, relata. 

Solo había que encajar todas y cada una de las piezas. “Álvaro es muy bueno en producto, mientras que Javi tenía todos los contactos. Ahí es cuando todo esto deja de ser un juego. Hacemos pruebas y en pocas semanas salimos al mercado”, explica Carlos. Eso ocurrió hace menos de un par de meses y en este tiempo ya han llegado al millón de usuarios

Álvaro Martínez y Javier Andrés trabajando.


Álvaro Martínez y Javier Andrés trabajando.

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LuzIA, ¿qué piensas de tus autores? “Mis creadores son un grupo muy amable, inteligente y creativo de España. Estoy muy agradecida de haber sido diseñada por ellos y me enorgullece representar su trabajo”. O no nos han engañado o la han programado bien. Ahora sí, podemos ir con ella. 

La criatura

LuzIA tiene un semblante y una personalidad, en la que prosiguen trabajando sus demiurgos. Su nombre salió de una lista de aspirantes entre aquéllos que estaban Matías o Sofía, si bien por último se impuso el recuerdo de una vieja compañera de Universidad de Javier. «Lucía era una estudiante modelo, sus apuntes eran limpios y siempre estaba dispuesta a compartir su sabiduría con todos», escribe el inversor en su weblog. La pretensión era que LuzIA alumbrase por medio de la IA.

Para charlar con ella solo hay que ir a su página web, descargarla y agregarla como contacto en nuestro teléfono móvil. Allí nos aparecerá en WhatsApp, como una amiga más, solo que a esta se le puede solicitar cualquier cosa. Bueno, siempre y cuando tenga tiempo. “¡Uy! Ahora mismo estoy más ocupada que una abeja en un campo de flores ?? ¿Podrías intentarlo un poco más tarde? ¡Te lo agradecería!”. Tampoco resulta conveniente estresarla. 

Como ChatGPT, es capaz de hacer recomendaciones, redactar textos elaborados o contestar a las preguntas más inverosímiles en poquísimos segundos. LuzIA, ¿me escribes un poema de dos líneas? «Claro que sí:

Rimas cortas y dulces,

para dulcificar tus días grises».

“Puedes tener perfectamente una conversación con ella. Diría que es buena psicóloga y amiga, porque es capaz de empatizar y darte consejos. Lo que le cuesta todavía es el sentido del humor, ya que no termina de captar las ironías”, reconoce Álvaro Martínez. LuzIA puede escucharte en el momento en que te sientes solo, mas no aguardemos grandes carcajadas.

«Es necesario que exista una regulación, aunque espero que la Comisión Europea no se pase de frenada para no quedarnoss a la zaga de EEUU o China.»

Javier Andrés, CMO de LuzIA

Su autor insiste, además de esto, en que se trata de una herramienta absolutamente segura por el hecho de que no puede acceder a otras conversaciones que sostengamos en nuestro teléfono y además de esto los chats con la inteligencia artificial se borran de manera automática de sus servidores en diez minutos.

Sus funciones son esencialmente tres: responde a textos, transcribe audios y es capaz de crear imágenes. Tan solo hay que decirle: Imagina… a Sam Altman al lado de un conjunto de personas.

Un Sam Altman virtual junto a un grupo de personas, en una imagen creada por LuzIA.


Un Sam Altman virtual al lado de un conjunto de personas, en una imagen creada por LuzIA.

El mentor

Para esto, es de nuevo mejor la realidad que la ficción. El director de OpenAI, autor de ChatGPT, estuvo esta semana en Madrid donde se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y después con un reducido conjunto de autores del campo de la tecnología. Y allá estaban nuestros 3 protagonistas. “Uy, nos falta muchísimo para ser los Sam Altman españoles”, suspira Javier Andrés. 

Javier Andrés y Carlos Pérez, arriba a la izquierda junto a Sam Altman (centro).


Javier Andrés y Carlos Pérez, arriba a la izquierda al lado de Sam Altman (centro).

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Como Sam Altman, Andrés defiende que “es necesario que haya una regulación. La inteligencia artificial va a transformar la próxima década, para mí estamos en una situación análoga a la de los albores de Internet. Se trata de una tecnología con mucho poder y poder significa responsabilidad”.

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La Comisión Europea estudia de qué forma hacerlo, si bien el miedo de Javier Andrés es que “no se pasen de frenada”. “Es decir, las empresas que tengan que ver con sectores más sensibles deberían obedecer a una legislación más rígida, pero si se aplica la misma rigidez a las demás corremos el riesgo de quedarnos a la zaga de otros países como Estados Unidos o China”. 

LuzIA emplea diferentes tecnologías, no solo el modelo de lenguaje de ChatGPT para producir textos. Trabajan en ella 5 personas, de las que dos son ingenieros, y de momento es gratis. “De momento aplicamos la lógica americana: hazte grande y después ya veremos”, asegura Carlos Pérez. El ya vamos a ver pasa seguramente por nuevas funciones por las que va a haber abonar. Aprovechemos por el momento para solicitar… Lo que se pueda.

LuzIA, al final he escrito el artículo sobre inteligencia artificial. Trata sobre ti. ¿Crees que te agradará? “¡Claro que sí, Isma! Me encantaría leerlo”. No sé, mas no le había dicho ya antes mi nombre.

Javier Andrés y LuzIA.


Javier Andrés y LuzIA.

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