El ecosistema start-up de España ha experimentado un proceso de maduración notable en los últimos tiempos, no obstante, si ampliamos la perspectiva y ponemos en el foco en el emprendimiento de los más jóvenes, la valoración deviene menos positiva y patentiza las serias faltas que aún exhibe España en esta materia.

Y es que todo el emprendimiento no es tecnológico, mucho menos si charlamos de jóvenes, mas promover una cultura de creación de nuevos negocios desde edades muy tempranas es el paso inicial para contar desde la base con unas nuevas generaciones más tendentes a apostar por el autoempleo -tecnológico y disruptivo o bajo fórmulas más tradicionales-.

Pero España yerra en el paso número uno del proceso, conforme comprueba el informe elaborado por Youth Business Spain y el Observatorio del Emprendimiento de España (Red GEM España).

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Bajo el título Evaluación del ecosistema de apoyo al emprendimiento inclusivo juvenil en España, estas instituciones han analizado el ecosistema en España con la atención puesta en los colectivos más jóvenes y con una perspectiva inclusiva, o sea, atiende todo género de negocios que pueden arrancar los jóvenes, bien sean start-ups o proyectos emergentes que no entran en esta categoría, mas que forman la masa empresarial mayoritaria de este país -pequeñas y medianas empresas y autónomos-.

El diagnóstico es claro: existe una insatisfacción con el sistema actual y se demanda una mejora que promueva la cultura del emprendimiento, los valores y los canales para dar a conocer las distintas ideas que lo promueven.

Falta un análisis pormenorizado del colectivo

Así, conforme el estudio, se comprueba un déficit en el análisis detallado de las necesidades de las personas jóvenes emprendedoras -tanto de los potenciales como de los incipientes-, que se considera un paso anterior indispensable para poder diseñar con garantías nuevos programas de promuevo y apoyo para este colectivo.

Esta evaluación lanza asimismo una falta de coordinación entre los diferentes agentes y programas del ecosistema de apoyo al emprendimiento juvenil inclusivo y demanda progresar la articulación del trabajo entre entidades y colectivos en este campo.


• El informe presenta un decálogo de propuestas para fomentar el emprendimiento inclusivo juvenil en España.

A pesar del creciente número de programas centrados en emprendimiento juvenil en este país, los especialistas consultados estiman que la oferta global aún no cubre las necesidades de las diferentes tipologías de jóvenes, especialmente las de los más vulnerables, mientras que en ciertas zonas hay una oferta variadísima y diversa.

Esta evaluación se ha efectuado mediante la herramienta Better Entrepreneurship Policy, desarrollada por la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y refleja una valoración crítica del desarrollo, inversión y articulación del ecosistema como han coincidido las sesenta entidades, organismos e instituciones de campo nacional, autonómico y local de España que han participado en ella.

No se llega al aprobado

Entre esas entidades están el Instituto de la Juventud (INJUVE), la oficina del Alto Comisionado España Nación Emprendedora, la EOI, la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Aragón, la Junta de Castilla y León, el Gobierno de Castilla-La Mancha, los municipios de Barcelona, Málaga, Santa Cruz de Tenerife o Zaragoza, como la Universidad del País Vasco, la Universidad de Cádiz, la Universidad de La Laguna, Málaga o Granada, entre otras muchas. 

Según explica a D+I Sara Simón, directiva general de Youth Business Spain, «el suspenso generalizado que todas otorgan hace referencia al ecosistema español en áreas como la cultura del emprendimiento juvenil, estrategia, normativa, competencias necesarias, financiación y networking… todas las valoraciones de los participantes son muy críticas».

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Simón asimismo incide en que es vital realizar una estrategia nacional para promover el autoempleo entre los jóvenes como una alternativa real y no como «una alternativa a la desesperada».

«Hay que destacar que hemos fijado la atención en el emprendimiento juvenil inclusivo, es decir, aquellas personas que no tienen los recursos para emprender, pero, que si se articula una estrategia coordinada nacional, se podría mejorar y ellos podrían ver esta opción como una salida laboral».

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Y pone el sistema norteño de emprendimiento como el modelo donde mirarse. «En España las Administraciones públicas ponen en marcha iniciativas pero creemos, según el trabajo realizado, que no están bien enfocadas al colectivo».

Por el contrario, en Finlandia cuentan con la iniciativa One Stop Office. En un solo lugar te atienden de forma integral de todo cuanto precisas, es una oficina pública atendida por agentes que no lo son y que te ofrecen todas y cada una de las herramientas para emprender desde el minuto cero».

En España las Administraciones públicas ponen en marcha para el colectivo mas, a juzgar por el estudio, pensamos que no están bien enfocadas

Sara Simón, directiva general de Youth Business Spain

«Podemos estar entrando en una nueva era del emprendimiento juvenil, pero procede un ajuste profundo del ecosistema -medios, métricas, conexiones, valores, iconos, ritos de paso, incentivos, etc-«, concluye la evaluación de Youth Business Spain.

Y, además de esto, Sara Simón, lanza un mensaje al ecosistema del emprendimiento español: «Solemos pensar al hablar de emprendimiento rápidamente en las startups, y no siempre es así».

«Ojalá hubiera más capitaneadas por jóvenes, pero nuestro país hoy es el que es y hay muchos otras iniciativas de emprendimiento que también deben ser apoyadas y que son parte intrínseca de una base que hay que aumentar para fomentar en su conjunto la cultura del autoempleo».

Decálogo de propuestas en España

1. Que exista una estrategia concreta y única para el promuevo y apoyo al emprendimiento

2. Simplificar y aunar la normativa de emprendimiento, facilitar la creación de empresas por jóvenes y crear escenarios que dejen recomponerse de un descalabro.

3. Realizar actuaciones para fomentar el espíritu emprendedor en edades más tempranas, de una manera próxima y entretenida.

4. Trasladar el trabajo de emprendimiento que se hace en los centros de FP a secundaria y a la universidad. Dotar de medios y empoderar a los profesores de emprendimiento.

5. Inclusión de las competencias emprendedoras en el curriculum académico de forma trasversal.

6. Llevar referentes próximos de empresa a todas y cada una de las etapas de la educación (del mismo instituto, localidad o zona, de exactamente la misma familia de estudios, etc.)

7. Colaboración público-privada en la administración de fondos para creación de empresas.

8. Apoyar la mentorización de emprendedores por empresarios, para acompañarlos en las etapas clave desde el conocimiento del mercado y de la realidad de las compañías.

9. Impulsar eventos para jóvenes e interaccionar en sus plataformas y canales, sin crear otras que les resultan extrañas. Fomentar ‘bootcamps’ y experiencias para emprender que reúnan a jóvenes para solventar inconvenientes o buscar de qué manera cubrir nuevas necesidades.

10. Desarrollar el orgullo emprendedor entre los jóvenes, con premios, actuaciones, creación de referentes en todos y cada uno de los campos: servicios, agro, creativos, rurales, etc.

 

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