El emprendedor tiene en su ADN un pellizco de rebeldía; ese componente preciso que lo lleva a buscar la manera de sentirse el dueño de su destino y no el esclavo de un sueldo.

Hoy, cuando emprender semeja ser “cool” y cualquiera siente que puede crear un Google desde su escritorio, es el instante de ser francos y parar de vender humo.

Emprender no es tan fácil como les agrada contar a los “stars” del ecosistema desde los escenarios, la tv y las tapas de gacetas. Te charlan de posibilidades, de millones de dólares americanos y contactos tal y como si fuera soplar y hacer botellas. Los ves y los escuchas en todos lados, lo mismo que al entusiasta conjunto de “fans” emprendedores que los escuchan abstraídos con la expectativa de poder hacer negocios con ellos.

Mi experiencia personal es que son poquísimos los que consiguen sacar provecho real del acercamiento a las estrellas del ecosistema; por el hecho de que estas por norma general marchan como una suerte de club semi cerrado. Es tal y como si te invitaran a su casa, mas solo hasta la puerta.

Por eso, lo mejor que puedes hacer es dejar de endiosar a otros y ponerte a vos mismo en el altar. Confiar en tus posibilidades, en tus cualidades, en fuerza, en tus ideas… Nadie hará nada por vos, sino más bien no eres el primero en opinar.

Ser emprendedor no es sencillo, no le creas a quienes te presentan una versión edulcorada del ecosistema; pasarás instantes bastante difíciles, es posible que sientas ganas de desamparar, tal vez haya instantes en que todo te parezca inaccesible.

Acuérdate: Eres lo más esencial que tienes. Si no tienes confianza en vos, si no crees en tu idea, si consideras que no podrás vivir de tu proyecto, ¿por el hecho de que deberían opinar y confiar los otros?

Tal vez, la próxima historia pueda inspirarte:

«Aunqux mi máquina dx xscribir xs vieja, marcha bastantx bixn, xxcxpto una dx sus txclas. Sin xmbargo, muchas vxcxs mx hubixra agradado qux funcionara pxrfxctamxntx. Xs vxrdad qux cuarxnta y sxis txclas van bastantx bixn, pxro la única qux falla, sx nota considxrablxmxntx»

Es posible que creas que eres como esa letra, que el planeta puedo proseguir sin vos…y llevas razón. Pero asimismo, puedes opinar que tu idea va a poder contribuir, como esa letra, a crear un planeta mejor. ¿Sabes qué es lo mejor de todo? ¡Qué asimismo llevas razón!

Creer en tus posibilidades, comienza en vos mismo.

Marcelo Berenstein 
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Juan Pablo Cortez

Bogotá (Colombia), 1989. Apasionado por la investigación y el análisis de temas de interés público. Estudió comunicación social en la Universidad de Bogotá y posteriormente obtuvo una maestría en periodismo investigativo en la Universidad de Medellín. Durante su carrera, ha trabajado en diversos medios de comunicación, tanto impresos como digitales, cubriendo temas de política, economía y sociedad en general. Su gran pasión es el periodismo de investigación, en el cual ha destacado por su habilidad para descubrir información relevante y sacar a la luz temas que a menudo se mantienen ocultos.