Programación, desarrollo web, ciberseguridad, inteligencia artificial, Ingeniería de Software, Ciencia de Datos… Los perfiles profesionales relacionados con la tecnología prosiguen gozando de una muy, muy alta demanda y empleabilidad, hasta el punto de que se calcula que, en nuestros días, faltan en España más de ciento veinticinco mil profesionales con capacitación digital. Y no solo en las compañías tecnológicas, ya que son cada vez más las organizaciones que recurren a esta clase de tecnologías disruptivas en sus áreas de negocio. Ahora bien, ¿qué perfiles son los más buscados y cuáles las habilidades más apreciadas en el mercado de trabajo?
Conviene rememorar que, en los últimos diez años, la demanda de profesionales tecnológicos ha aumentado un cincuenta %, como prueba el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI). Y si bien la cantidad actual de profesionales TIC se ubica en nueve millones, las esperanzas de la Unión Europea contemplan que estos aumenten hasta los veinte millones en 2030. Un mercado de trabajo en el que la capacitación durante la vida se antoja imprescindible: “Hay que tener en cuenta que estamos en un mercado en constante cambio y evolución, por lo que es importante que los profesionales actualicen sus conocimientos a lo largo de su carrera profesional y que estén informados sobre los avances tecnológicos que se producen”, explica Juan Luis Moreno, Chief Innovation Officer (CLO) de The Valley.
Ahora bien, a la luz de las recientes olas de despidos en las grandes tecnológicas, cabe preguntarse si esta demanda refleja una tendencia más teorética que real. Juan Riva, CEO de Immune Technology Institute, aseveraba a este respecto en una reciente entrevista en Forbes Hispano que estos despidos se debían más a un reajuste tras la pandemia que a una tendencia negativa en el mercado, puesto que los cambios que se generaron a causa de esta llevaron a las compañías a sobrecontratar para poder hacer en frente de las nuevas necesidades de la población. “En términos de previsión, observamos que el empleo tecnológico seguirá creciendo en tasas superiores al 5 %. De hecho, este no ha dejado de aumentar en los últimos siete años, en los que ha crecido más que el conjunto de los servicios”, agrega por su lado Antonio Rueda, directivo de la Fundación VASS y enseñante de la Universidad Autónoma de Madrid.
¿Cuál es la capacitación más demandada?
La persistencia constatada de una brecha entre las habilidades demandadas por las compañías y los conocimientos adquiridos en la universidad, “especialmente en áreas como programación en Java, auditoría y gestión de seguridad, web 3.0, realidad virtual y aumentada y gestión de ERPs”, apunta Rueda, acentúa la necesidad de formarse de forma continua para sostenerse competitivo. Una situación en la que los bootcamps, programas intensivos de capacitación tecnológica enfocados en el desarrollo de habilidades prácticas y que faciliten una veloz inserción laboral, semejan partir con determinada ventaja. Las opciones, sin embargo, son numerosas, y muy frecuentemente se complementan unas a otras:
- Bootcamps de desarrollo web Full Stack. Esta capacitación está desarrollada para educar a los estudiantes las habilidades precisas para trabajar tanto el front-end (la parte perceptible de una web) como el back-end (la parte oculta que se encarga de que todo funcione como debe).
- Másteres en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial. “Se ha producido un crecimiento muy relevante en áreas de conocimiento relativas a la inteligencia artificial y sus disciplinas como machine learning (aprendizaje automático)”, mantiene Rueda. Campos que, a su vez, requieren conocimientos sobre análisis de datos y procesamiento de lenguaje natural. Destaca, en esta área, el diploma de Experto de Programación en Python para Ciencia de Datos y Web, de la Universidad Internacional de Valencia.
- Ciclos de Grados Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web. Estos programas de Formación Profesional acostumbran a ser una alternativa veloz para adquirir habilidades prácticas en diseño web y programación front-end y back-end. Formaciones como el máster de UX/UI de The Valley o el Ciclo superior de FP en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, de CCC.
- Los grados universitarios en Informática e Ingeniería de Software proporcionan una base sólida de conocimientos en campos como la programación, matemáticas y teoría de la computación. Una capacitación que, además de esto entonces puede complementarse con ciertas citadas previamente, con cursos enfocados en ciberseguridad, cloud computing y DevOps e inclusive un máster de desarrollo de juegos para videoconsolas, un campo que disfruta de buena salud.
Más allí de estas opciones, Rueda llama la atención sobre la necesidad de producir programas e ideas tanto de upskilling (formar en competencias nuevas para aumentar al máximo el desempeño de un trabajador) como de reskilling (un reciclaje profesional enfocado en preparar a alguien para ocupar un puesto nuevo). “Desarrollar un itinerario formativo completo y efectivo implica un enfoque holístico que combine aspectos técnicos, habilidades interpersonales y adaptabilidad a un entorno tecnológico en constante cambio”, apunta Moreno.
Para el CLO de The Valley, adquirir esa base sólida de conocimientos ya antes mentada es solo el principio. Posteriormente habría que identificar las áreas de mayor desarrollo y demanda, a fin de que los estudiantes se especialicen en una o más de estas. “Además, es fundamental fomentar formaciones en las que se haga una aplicación práctica de conocimientos a través de proyectos reales, que demuestren cómo resolver problemas del mundo real y les ayuden a desarrollar habilidades blandas como la comunicación, el liderazgo, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos”.
¿Y qué hay de las perspectivas laborales?
Lo es cierto que, en áreas como la programación, todo apunta a una situación muy próxima al pleno empleo. De hecho, el V Estudio Empleabilidad y Talento Digital, elaborado por la Fundación VASS y la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid, muestra que las compañías podrían aun crear en torno a un quince % más de empleo si hubiese una mayor cantidad de perfiles convenientes y libres.
“A pesar de los múltiples despidos experimentados en este sector, los perfiles profesionales especializados en programación se encuentran, este año, entre los más demandados dentro del mundo digital, por encima incluso del marketing digital. Esto se debe a que cada vez tienen más presencia en otras industrias más allá de la tecnológica, como la farmacéutica, la financiera, la logística o de recursos humanos”, cuenta Moreno. Por eso, frente a la posibilidad de que puedan regresar a darse fluctuaciones en el uso, la actualización permanente de conocimientos juega un papel clave en el momento de sostener (o acrecentar) la competitividad.
No obstante, asimismo hay algunos factores que limitan en nuestros días este desarrollo, como son los inconvenientes de demanda (nuevos proyectos), la ya señalada falta de recursos humanos eficientes (el inconveniente se ha tresdoblado desde dos mil veinte) y las limitaciones financieras derivadas del nuevo perfil restrictivo de la política monetaria, conforme el último TIC Monitor de la Fundación VASS. En cualquier caso, las esperanzas de los empresarios del campo se sostienen en un tono positivo, sobre todo en lo referente a la previsión en un corto plazo de la evolución de la actividad.
Retos y retos de los profesionales TIC
Debido a esta necesidad de actualizar de forma permanente los conocimientos propios, competencias como la capacidad de aprender y la adaptabilidad resultan esenciales para no perder empleabilidad. Un reto al que, además de esto, se aúnan los retos éticos que plantea la inteligencia artificial y la ciberseguridad, con respecto a la protección de datos. Los ataques de ciberseguridad cada vez son más complejos y los requisitos normativos, más complejos.
Por otro lado, la carencia de diversidad en la industria de la tecnología es un inconveniente persistente que las compañías tratan de abordar. “Somos conscientes de que, aquí, el reto es doble: nos enfrentamos a una escasez de talento tecnológico y a una brecha de género dentro del propio sector. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres solo ocupan un 29,4 % del total general en el sector TIC, frente al 46,4 % de la media nacional”, esgrime Rueda.
Por este motivo, “muchas empresas cuentan con programas específicos para promover la diversidad y la equidad en sus organizaciones. Iniciativas que incluyen mentoría, capacitación en diversidad y programas de desarrollo de liderazgo para grupos subrepresentados”, agrega Moreno. “Además, cada vez se usan más herramientas y técnicas para eliminar los sesgos inconscientes en los procesos de contratación y de promoción”.
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