El gigante energético Naturgy ha cerrado el año 2023 con cifras récord en sus beneficios, alcanzando una ganancia neta de 1.986 millones de euros, lo que representa un incremento del 20,4% a pesar de la estabilización de los precios energéticos y un entorno de alta volatilidad. A pesar de ello, la deuda se ha mantenido en torno a los 12.000 millones, según los datos presentados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado martes.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) también ha experimentado un crecimiento del 11%, llegando a los 5.475 millones de euros. De esta cifra, 2.638 millones provienen del negocio de redes de distribución, caracterizado por su estabilidad, mientras que los 2.949 millones restantes corresponden a los negocios liberalizados (+15%). En un movimiento estratégico, Naturgy ha puesto en pausa su proyecto Géminis con el objetivo de separar ambas actividades en dos empresas independientes.

Al igual que en años anteriores, la ex Gas Natural Fenosa ha decidido no ofrecer previsiones de resultados para este ejercicio, argumentando la extrema volatilidad de los mercados energéticos y las condiciones climáticas impredecibles. Sin embargo, la compañía espera mantener su nivel de inversión en 2024 y mantener el dividendo en su nivel actual.

El consejo de administración propondrá en la próxima junta de accionistas un dividendo de 1,4 euros por acción, en línea con la política de dividendos establecida y basándose en los sólidos resultados obtenidos en 2023, según el presidente ejecutivo Francisco Reynés. Desde el lanzamiento de su plan estratégico 21-25, Naturgy ha logrado un beneficio bruto de explotación acumulado de 13.958 millones de euros y ha distribuido 3.908 millones en dividendos a sus accionistas, reduciendo significativamente su deuda en el proceso.