El fenómeno de la economía sumergida ha tenido un impacto significativo en la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en los últimos años, según un estudio realizado por Esade EcPol. Durante la pandemia y los años subsiguientes, se observó un desplome en la recaudación de impuestos que posteriormente experimentó un rápido crecimiento, superando incluso el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Uno de los factores que ha contribuido a este incremento inusual es el afloramiento de la economía sumergida, especialmente en lo que respecta al IVA. Según el estudio, la reducción del fraude fiscal habría generado alrededor de 6.000 millones de euros adicionales tanto en 2022 como en 2023.

El informe destaca que, a pesar de no haberse realizado grandes modificaciones normativas, la recaudación fiscal creció de manera significativa, superando el 14% en 2021 y 2022. Este aumento se atribuye en parte a la inflación, pero también al aumento en el cumplimiento fiscal y la disminución de la economía sumergida.

Para estimar el impacto de la reducción de la economía sumergida en la recaudación del IVA, se comparó el consumo final de los hogares sujeto a este impuesto con el gasto en consumo final estimado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos revelaron un incremento en el porcentaje del gasto registrado por el fisco, lo que sugiere un mejor cumplimiento fiscal y una reducción de actividades económicas ocultas.

En términos de recaudación, el IVA devengado aumentó en 12.000 millones de euros entre 2019 y 2022. Este incremento se explica en parte por el aumento de las bases imponibles del impuesto, que reflejan un mayor consumo gravado y una disminución de la economía sumergida. Según el estudio, alrededor de la mitad de esta mejora recaudatoria se atribuye al mejor cumplimiento fiscal y a la reducción de la economía sumergida.

En conclusión, el informe de Esade señala que el crecimiento inesperado en la recaudación del IVA parece estar alcanzando su punto máximo, pero se ha consolidado gracias a la reducción de la economía sumergida y el aumento en el cumplimiento fiscal. Estos resultados ponen de manifiesto la importancia de combatir la evasión fiscal y fomentar prácticas tributarias transparentes para fortalecer el sistema impositivo y garantizar una mayor equidad en la recaudación de impuestos.