La economía de España prosigue navegando por aguas procelosas con rumbo firme. Pese a la inflación desbocada, las subidas de tipos y la desaceleración global, el PIB de España medró un robusto cero con cinco% en el primer trimestre del año, conforme el avance que ha publicado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). La actividad se acelera con respecto al el cero con dos% que se registró en el último trimestre del año pasado, una cantidad que ahora se examina en alza hasta el cero con cuatro%. Esta aceleración asimismo se observa en la tasa interanual de crecimiento: entre enero y marzo el PIB avanzó al tres con ocho% frente al dos con nueve% que se había anotado entre octubre y diciembre.
Estos números tan positivos ocultan, sin embargo, comportamientos muy dispares. El consumo de los hogares se hundió un uno con tres% trimestral lastrado por la inflación, las subidas de tipos y la inseguridad. Así que fueron las exportaciones, empujadas por la fuerte restauración del turismo, y la inversión, con el impulso de los fondos europeos, las que tiraron de la economía en el primer trimestre con un cinco con ocho% y un uno con nueve%, respectivamente. Con estas cantidades, 3 años tras la llegada de la covid, el PIB prácticamente se ha recuperado y apenas se queda un cero con dos% bajo los niveles anteriores a la pandemia.
La economía exhibió entre enero y marzo un desarrollo sólido, impulsado por un mercado de trabajo que soporta con gran entereza las embestidas. Pese a la pérdida de once trabajos que se generó entre enero y marzo en la Encuesta de Población Activa, este fue realmente un descenso suavísima dado el comportamiento frecuente de estos trimestres. Una vez corregidos los efectos de la estacionalidad en ese periodo del año, la ocupación se disparó un uno con dos%, esto es, tal y como si se hubieran creado unos doscientos ocupados. En tasa interanual la utilización se aceleró desde una incremento del uno con cuatro% hasta uno del uno con ocho%. Ese es el ritmo de la actividad en el mercado de trabajo pese a las incertidumbres.
Tan solo hace unos meses el Banco de España presagiaba que el último trimestre del año pasado y el primero del año vigente tendrían crecimientos planos. La Autoridad Fiscal, Funcas o Banco Bilbao Vizcaya Argentaria aun contemplaban la posibilidad de una breve recesión técnica frente a los efectos que la inflación y las subidas de tipos tenían en el consumo de los hogares. De hecho, las compras de las familias llevan dos trimestres reculando de manera fuerte. Aunque en euros estén gastando más, en términos reales, una vez restada la inflación, realmente adquieren menos productos. La bolsa de ahorro amontonada a lo largo de la pandemia no se traduce en una mejora del consumo. Pero aun así la economía soporta. Su firmeza está sorprendiendo, apoyada en la resistencia del empleo, la competitividad del ámbito exterior, las esenciales ayudas públicas y el gradual despliegue de los fondos europeos.
[Noticia de Última Hora. Habrá actualización en breve]
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