La agencia federal estadounidense encargada de asegurar los depósitos bancarios (FDIC, en sus iniciales inglesas) podría intervenir este fin de semana el banco regional First Republic para vender sus activos a otra entidad, conforme ha adelantado este sábado The Wall Street Journal. Los grandes bancos JPMorgan Chase y PNC Financial Services se encuentran entre los interesados, ha informado el diario económico en la mitad de una avalancha de cotilleos sobre una estrategia de salvación.
El movimiento se generaría horas una vez que las acciones de First Republic cayesen un cuarenta y tres% en la Bolsa de Nueva York este viernes, hasta una cotización de tres con cincuenta y uno dólares americanos, tras haber sido suspendidas múltiples veces a lo largo de la sesión por excesiva volatilidad. La valoración de la entidad ha caído en picado, desde los más de veinte millones de dólares americanos a inicios de año a los seiscientos cincuenta y cuatro millones de el día de ayer.
Fundado en mil novecientos ochenta y cinco, con sede en San Francisco y sucursales primordialmente en California y zonas urbanas de la Costa Este, de alto poder adquisitivo, First Republic era el 14º banco del país por tamaño de activos a fines de dos mil veintidos. Pero su porvenir pende de un hilo desde el momento en que 3 bancos estadounidenses de perfil afín, concentrados en una determinada base de clientes del servicio y zona geográfica, quebrasen en un efecto dominó a inicios de marzo. Este viernes, la Reserva Federal (Fed, banco central estadounidense) entonó el mea máxima culpa por la carencia de supervisión sobre el Silicon Valley Bank, el primero en caer.
Las autoridades y otras instituciones financieras asistieron en rescate del First Republic para eludir que corriese exactamente la misma suerte que Silicon Valley Bank y Signature Bank, que quebraron tras la retirada repentina y masiva de fondos por la parte de sus clientes del servicio. First Republic confirmó el pasado lunes que muchos de sus clientes del servicio asimismo han retirado depósitos, más de cien millones de dólares americanos en suma en el primer trimestre. La entidad quedó con una reserva de treinta millones de dólares americanos que otros bancos depositaron en sus cuentas, mas no fue garantía suficiente para los inversores, que hicieron caer las acciones el martes. El caiga de los títulos prosiguió el miércoles y pareció detenerse el jueves, hasta el colapso prácticamente terminante del viernes.
Entre otras alternativas estratégicas como la venta parcial de activos, el escenario más probable que se le presenta al First Republic Bank es una intervención ya antes de revenderlos a un costo reducido. Pero, si se específica, va a ser el tercer rescate de un banco en apenas un par de meses, con la consecuente sobrecarga para las autoridades y en vísperas de la asamblea de mayo de la Fed. El peligro de contagio para el ámbito bancario, que ya pesó en la última resolución del banco central, va a pesar nuevamente en el momento de proponerse la subida de tipos, que los especialistas prevén va a ser de veinticinco puntos básicos.
Una opción menos probable, conforme los analistas, sería la adquisición de ciertos activos por otros bancos sin intervención de las autoridades. La complejidad radica en que la mayor parte de los préstamos concedidos por First Republic son hipotecas a tipo fijo, que han perdido valor con la reciente subida de las tasas de interés.
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