El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, atiende a los periodistas en el Capitolio.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, atiende a los cronistas en el Capitolio.JIM LO SCALZO (EFE)

Hay algo más de tiempo para la negociación. Nadie sabía hasta el momento con seguridad en qué momento iba a ser la data X en que Estados Unidos se quedaría sin dinero para hacer en frente de sus pagos si no se eleva el techo de deuda. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen había apuntado a inicios de junio sin precisar data y señalando que “potencialmente” habría peligro el 1 de junio, por lo que esa data había quedado algo marcada. Ahora, Yellen ha sido más precisa y hay más tiempo para la negociación, cuando menos hasta al cinco de junio. Además, conforme el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el pacto está “muy cerca”.

“Las cosas pintan bien, soy muy optimista”, ha dicho Biden a los cronistas este viernes pro la tarde mientras que salía de la Casa Blanca para pasar el fin de semana en Camp David. “Espero que esta noche sepamos si vamos a ser capaces de llegar a un acuerdo”, ha añadido.

Conociendo lo previsora que es Yellen, cabía aguardar que indicar de forma un tanto genérica el 1 de junio era una forma de apremiar a las partes para firmar un pacto. Algunos representantes republicanos la han acusado aun de “manipular el calendario”. Una nueva carta al Congreso deja ahora algo más tiempo cuando se entra en una fase definitiva de la negociación. Las partes han acercado posturas y el acuerdo comienza a tomar forma, si bien las cantidades no se han concretado y hay resistencias entre las alas más extremistas del Partido Republicano y del Demócrata.

“Desde enero, les he subrayado el riesgo de que el Tesoro no pudiera satisfacer todas nuestras obligaciones a principios de junio si el Congreso no elevaba o suspendía el límite de deuda antes de esa fecha”, apunta Yellen en su nueva misiva, dirigida al presidente de la Cámara de representantes, Kevin McCarthy, y al resto de líderes del Congreso. “En mis cartas, también señalé que seguiría informando al Congreso a medida que dispusiera de más información. Basándonos en los datos disponibles más recientes, estimamos ahora que el Tesoro no dispondrá de recursos suficientes para satisfacer las obligaciones del Gobierno si el Congreso no ha elevado o suspendido el límite de deuda antes del 5 de junio”, agrega.

Yellen confirma que el Gobierno tiene dinero para hacer efectivos más de ciento treinta millones de dólares americanos en pagos programados en los dos primeros días de junio, incluyendo los pagos a los veteranos y a los adjudicatarios de la Seguridad Social y Medicare. Esos pagos van a dejar al Tesoro con un nivel de recursos exageradamente bajo, explica Yellen.

“Durante la semana del 5 de junio, está previsto que el Tesoro efectúe pagos y transferencias por valor de unos 92.000 millones de dólares, incluido un ajuste trimestral programado regularmente que supondría una inversión en los fondos fiduciarios de la Seguridad Social y Medicare de unos 36.000 millones de dólares. Por lo tanto, nuestros recursos previstos serían insuficientes para satisfacer todas estas obligaciones”, agrega. El cinco de junio es lunes y la secretaria habla primero de esa data y después de “la semana del 5 de junio”, lo que semeja dejar hueco hipotéticamente a cualquier día extra. Al tiempo, una vez que se alcance el pacto es preciso gestionarlo en el Congreso, lo que lleva asimismo unos días.

Daños sobre la economía

La secretaria del Tesoro insiste en que aguardar hasta el último minuto para suspender o acrecentar el límite de deuda, fijado hasta el momento en treinta y uno con treinta y ocho billones de dólares americanos, puede ocasionar graves daños a la confianza de las compañías y los usuarios, elevar los costos de endeudamiento en un corto plazo para los impositores y afectar de forma negativa a la calificación crediticia de Estados Unidos. “De hecho, ya hemos visto aumentar sustancialmente los costes de endeudamiento del Tesoro para los valores que vencen a principios de junio”, señala. La rentabilidad anualizada de las letras con vencimiento en los primeros días de junio había llegado a superar el siete%. Ahora, esas letras están a salvo y el inconveniente se retrasa unos días.

El incumplimiento del pago de ciertas obligaciones no implica necesariamente el impago de la deuda financiera. Para incurrir en impago sería preciso que el Tesoro incumpliera algún pago de intereses o no atendiera algún vencimiento.

Yellen explica que este jueves el Tesoro usó una medida excepcional auxiliar que ya había empleado en múltiples capítulos precedentes de crisis por el límite de deuda: un canje de más o menos dos mil millones de dólares americanos de valores del Tesoro entre el Fondo de Jubilación e Invalidez de la Administración Pública y el Banco Federal de Financiación. “Aunque esta medida no se ha utilizado desde 2015 debido a su tamaño limitado, el nivel extremadamente bajo de los recursos restantes exige que agote todas las medidas extraordinarias disponibles para evitar no poder cumplir con todos los compromisos del Gobierno”, explica Yellen.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pedido este viernes en Washington una solución inmediata al inconveniente del techo de deuda y ha reclamado un antídoto permanente a fin de que no se repita de forma recurrente. Tras reunirse con la secretaria del tesoro, Janet Yellen, y con el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, la directiva gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ha insistido en la necesidad de hallar una solución en la conferencia de prensa en la que ha presentado las conclusiones sobre su análisis anual de la economía estadounidense.

“Llegar a un buen resultado es primordial desde una perspectiva global. Pensamos en la deuda del Tesoro estadounidense como un ancla para el sistema financiero mundial. Y esta ancla necesita mantenerse sólida. Así que en un momento de incertidumbre significativa, no añadamos una herida autoinfligida a las que ya sufre la economía mundial. Hay algunas noticias alentadoras de que las discusiones están avanzando. Pero el mundo está observando y el mundo está diciendo: ‘Vale, vamos a cerrar esto. Y, por favor, ¿pueden plantear una forma diferente de abordar esta cuestión?”, ha señalado Georgieva.

El pacto toma forma. Se trataría de extender por un par de años el techo de deuda a cambio de imponer límites de gasto por ese plazo. Eso cubriría lo que queda de la presidencia de Joe Biden. Los límites de gasto no afectarían al gasto militar ni a los pagos a veteranos y se concentrarían en otros programas, mas no serían tan violentos como los incluidos en la primera propuesta republicana, aprobada como propuesta de ley en la Cámara de Representantes. Sin embargo, las cantidades no están decididas y las negociaciones, que seguirán el fin de semana, pueden descarrilar. Ahora queda algo más de una semana por delante.