El rescate público de Air Europa ha sido objeto de controversia desde el momento en que se realizó. El Partido Popular ha presentado una denuncia ante la Oficina de Conflicto de Intereses, alegando que la decisión de otorgar ayudas a la aerolínea estuvo influenciada por supuestos vínculos económicos y profesionales entre la empresa y la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez.
La inyección de capital aprobada por el Gobierno en noviembre de 2020 ascendió a 475 millones de euros, a través de un préstamo participativo de 240 millones y otro ordinario de 235 millones. Esta medida se enmarcó en el contexto de la pandemia, utilizando el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas creado para mitigar los efectos del COVID-19 en la economía.
Air Europa no fue la única compañía aérea beneficiada por este fondo, que también destinó ayudas a otras empresas del sector como Volotea, Air Nostrum y Plus Ultra. Sin embargo, la situación financiera de Air Europa sigue siendo delicada, con pérdidas significativas en los últimos años y una deuda que supera los 900 millones de euros.
Ante esta situación, la solución para Air Europa podría encontrarse en su venta a IAG, el grupo propietario de Iberia. Desde 2019, IAG ha mostrado interés en adquirir la aerolínea, habiendo ya adquirido el 20% de su capital. El proceso de compra del 80% restante está pendiente de aprobación por parte de la Comisión Europea, la cual ha solicitado más información antes de dar luz verde a la operación.
En medio de este escenario, persisten dudas sobre el futuro de Air Europa y la capacidad de IAG para devolver los préstamos otorgados por el Estado en el marco de esta operación. La incertidumbre financiera y las complejidades del proceso de adquisición mantienen en vilo el destino de la aerolínea y sus trabajadores.