El teletrabajo se ha convertido en una opción altamente valorada por muchas personas, especialmente después de la pandemia. Un reciente estudio publicado por la Fundación “la Caixa” revela que el 30% de los hombres que teletrabajan afirman participar más en las tareas del hogar en comparación con sus parejas. Aunque este porcentaje es menor en comparación con el 51% de las mujeres que también teletrabajan y reportan lo mismo, es interesante notar que el teletrabajo ha contribuido a reducir la brecha de género en este aspecto.
La investigación también encontró que el teletrabajo influye de manera significativa en la participación de los hombres en las tareas del hogar. Aquellos que tienen la oportunidad de teletrabajar muestran una mayor implicación en comparación con aquellos que no lo hacen. Específicamente, el 30% de los hombres que teletrabajan asumen una mayor carga de trabajo en el hogar, en contraste con solo el 18% de los que nunca teletrabajan.
La investigadora Lidia Farré, del Instituto de Análisis Económico del CSIC y de la Barcelona School of Economics, señala que el teletrabajo está asociado a una mayor participación de los hombres en la producción doméstica. Este hallazgo pone de manifiesto cómo el teletrabajo puede contribuir a redefinir los roles de género en el ámbito doméstico.
Además, el estudio revela que el teletrabajo no parece influir significativamente en la participación de las mujeres en las actividades domésticas, ya que el 48% de las mujeres que teletrabajan afirmó contribuir más que su pareja, mientras que este porcentaje fue del 47% entre aquellas que no teletrabajan. En el caso de las actividades de cuidado, la situación es similar, ya que el trabajo a distancia no parece impactar la contribución de las mujeres en esta área.
En cuanto a la satisfacción con el teletrabajo, el estudio encontró que tanto hombres como mujeres coinciden en que esta modalidad laboral mejora el equilibrio entre las responsabilidades familiares y personales. El 88% de las mujeres y el 86% de los hombres expresaron estar de acuerdo con esta afirmación.
Valoración del trabajo remoto
La investigación consultó a 4.000 personas de entre 25 y 50 años sobre la valoración monetaria que otorgaban al trabajo remoto. Los resultados mostraron que, cuando el recorte salarial superaba el 10%, la probabilidad de aceptar un empleo que ofreciera la posibilidad de teletrabajar comenzaba a disminuir. Esta tendencia se acentuaba aún más cuando el recorte alcanzaba el 35% de la remuneración, con cuatro de cada diez personas rechazando estas ofertas.
En este sentido, se observó que los trabajadores con una mayor cualificación tenían más probabilidades de aceptar un trabajo con la posibilidad de teletrabajar a cambio de una renuncia salarial. Este fenómeno se explica por el hecho de que estos trabajadores suelen tener ingresos más altos y podrían contar con espacios mejor adecuados para realizar sus tareas desde casa.
Asimismo, el estudio resalta la influencia de la formación en la posibilidad de acceder al teletrabajo. Entre los hombres con formación universitaria, el 54% tiene la oportunidad de teletrabajar, en comparación con el 30% de aquellos que no tienen este nivel de educación. En el caso de las mujeres, la situación es similar, con un 53% de las universitarias que pueden teletrabajar, frente al 29% de las que no tienen formación universitaria.
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