La empresa galletera Cerealto ha experimentado una transformación notable en los últimos años gracias a la intervención de los fondos Davidson Kempner y Afendis. Con un enfoque en ser un aliado estratégico en la fabricación de productos para otras marcas, la compañía se ha convertido en un referente en su sector.

La cifra de negocios de Cerealto creció un 10% en el último ejercicio, alcanzando los 496 millones de euros. Sin embargo, a pesar de este éxito, la empresa aún enfrenta desafíos como los precios de las materias primas, la concentración de clientes y proveedores, y los cambios en los hábitos de consumo.

El enfoque de Cerealto se centra en ser un fabricante exclusivo para terceros, lo que les ha permitido evitar conflictos de interés y centrarse en la excelencia operativa y la innovación. Esta estrategia les ha permitido no solo mantenerse a flote, sino también expandirse y diversificar su cartera de productos.


Dos operarios en la fábrica de Cerealto

Imagen facilitada por la firma

La apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia energética también son pilares en la estrategia de Cerealto. La empresa ha realizado importantes inversiones en tecnología y renovables en sus fábricas, lo que les ha permitido mejorar su producción y reducir su impacto ambiental.

Con una visión de crecimiento a largo plazo, Cerealto planea invertir aún más en nuevas líneas de producción y en la expansión de sus operaciones a nivel internacional. La empresa se ha destacado por su enfoque en la generación de caja y en mantener un endeudamiento bajo, lo que les ha permitido crecer de manera sostenible.

En un mercado competitivo y en constante evolución, Cerealto se ha posicionado como un actor clave en la industria galletera, demostrando que la innovación y la adaptación son fundamentales para el éxito a largo plazo.

Mercedes Cruz Ocaña