América Latina enfrenta un desafío importante para su crecimiento económico: la falta de competencia y las regulaciones que protegen a ciertas empresas, según un informe reciente del Banco Mundial. Este fenómeno, conocido como la “trampa de la renta media”, ha llevado a países como Brasil, México, Colombia, Costa Rica y Argentina a estancarse en un nivel de ingresos intermedio sin lograr avanzar hacia la categoría de países de ingresos altos.
La “trampa de la renta media” se refiere a la situación en la que los países alcanzan un nivel de riqueza superior al de las naciones más pobres, pero aún se encuentran rezagados frente a las economías desarrolladas. Este estancamiento se manifiesta cuando el ingreso per cápita ronda el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, según el Banco Mundial.
El informe revela que desde 1990, solo 34 economías de ingreso medio han logrado ascender a la categoría de países de ingreso alto. Sin embargo, más de un tercio de estas economías se beneficiaron de factores como la integración a la Unión Europea o el descubrimiento de recursos naturales, lo que plantea desafíos para países como Brasil y México si desean incrementar su nivel de ingresos en las próximas décadas.
Uno de los principales obstáculos identificados en América Latina es la falta de competencia, que se ve reflejada en la concentración de la riqueza en manos de unas pocas familias de élite y empresas con gran participación en el mercado. Esto ha llevado a un aumento de la desigualdad, donde la riqueza de las personas más adineradas ha crecido mientras que la mitad más pobre de la población se ha empobrecido aún más, según un estudio de Oxfam.
Para salir de la “trampa de la renta media”, es fundamental promover la competencia y eliminar las barreras que impiden el acceso al mercado de nuevas empresas. En países como México, las regulaciones existentes dificultan a las empresas emergentes obtener el financiamiento necesario para crecer, lo que limita la competencia y retrasa el crecimiento económico.
El Banco Mundial destaca la importancia de impulsar cambios en las políticas públicas para fomentar la inversión en capital humano, aumentar la productividad y promover la participación en la fuerza laboral. De lo contrario, la región corre el riesgo de experimentar desaceleraciones significativas en su crecimiento económico en las próximas décadas.
En resumen, América Latina necesita implementar medidas que fomenten la competencia, reduzcan la desigualdad y promuevan un entorno favorable para el crecimiento económico sostenible. De lo contrario, corre el riesgo de permanecer atrapada en la “trampa de la renta media” y de no alcanzar su verdadero potencial.