Recientemente, la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido, Europol y el FBI concluyeron con éxito una operación conjunta para desarticular a LockBit, una de las bandas más grandes y reconocidas de ransomware y delitos digitales a nivel mundial. Estas acciones representan un duro golpe para los delincuentes, conocidos por secuestrar los datos de sus víctimas mediante el ransomware.

El fin de la era de LockBit

De acuerdo con Europol, LockBit logró posicionarse como el software de ransomware más utilizado en el mundo durante 2021, generando daños que ascienden a miles de millones de euros en todo el mundo. El CEO de la firma de seguridad Socura, Andy Kays, expresó a The Next Web que «LockBit ha sido durante mucho tiempo una carga para las empresas, las agencias gubernamentales y los profesionales de la seguridad en todo el mundo. Era el grupo de ransomware activo más grande que existía, cuyos ataques eran devastadores e indiscriminados.»

La caída de LockBit fue el resultado de una prolongada investigación denominada Operación Cronos dirigida por la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido. Esta operación logró desmantelar 34 servidores pertenecientes a la pandilla, los cuales estaban ubicados en Europa, Estados Unidos y Australia. Además, la página oficial del grupo fue eliminada como parte de la acción.

En total, dos personas fueron detenidas en Polonia y Ucrania, y alrededor de 200 monederos de criptomonedas vinculadas al grupo fueron congelados.

El aumento de los scams de criptomonedas

El ransomware se ha convertido en uno de los tipos de estafas virtuales más comunes, junto con el phishing, debido a que permite a los hackers acceder rápidamente al dinero de las víctimas. Consiste en utilizar vulnerabilidades del sistema operativo para bloquear el acceso de la víctima a su contenido y exigirle el pago de un rescate para recuperar sus datos.

Estos hacks solían requerir depósitos en cuentas sospechosas, pero luego migraron a transferencias de Bitcoin (BTC). A medida que el ecosistema cripto ha crecido, los hacks se han desplazado a otras criptomonedas privadas, que son más difíciles de rastrear.

Esta exitosa operación demuestra el compromiso de las autoridades internacionales en la lucha contra el cibercrimen, sentando un importante precedente para la colaboración y coordinación en la persecución de delitos digitales a nivel global. Es fundamental estar al tanto de este tipo de amenazas y protegerse mediante medidas de ciberseguridad efectivas.