Unicaja pone fin al episodio de guerra interna en el consejo. La entidad malagueña ha nombrado a Isidro Rubiales, mano derecha del presidente Manuel Azuaga, como nuevo consejero encargado para conducir la estrategia del banco. De esta forma, Unicaja se ha decantado por un perfil interno y conocido por el banco para eludir los sobresaltos que han acompañado a la bóveda a lo largo de los dos últimos años.

Rubiales, un hombre de la casa, estaba hasta el momento al frente de Control y Relación con los Supervisores. Para los primordiales accionistas del banco, la prioridad era hallar un aspirante interno que apostara por una línea continuista con la estrategia de Unicaja ya antes de su fusión con Liberbank.

Rubiales reemplazará a Manuel Menéndez, que se sostenía en el cargo a la espera de que el que banco encontrara un remplazo. La entidad anunció el pasado 1 de junio que el banquero asturiano abandonaría Unicaja y a lo largo de las últimas semanas el nombre de Rubiales se ha hecho fuerte entre los primordiales aspirantes, entre aquéllos que asimismo figuraban el directivo financiero del banco, Pablo González, y el exconsejero encargado de Bankia José Sevilla.

Se da la coyuntura de que el nuevo CEO aceptará todo el poder ejecutivo en Unicaja. En el pacto de fusión entre Unicaja y Liberbank cerrado hace un par de años, se acordó que el presidente traspasara sus atribuciones ejecutivas al conejero encargado, adoptando un modelo de gobernanza anglosajón que viene recomendado por el propio BCE y poniendo fin a la estructura bicéfala que tantos quebraderos de cabeza ha dado a la entidad, provocando una guerra por ostentar el poder del banco que dividió al consejo en dos bandos y que hizo saltar las alarmas de los supervisores.

Igualmente, para dejar atrás esa guerra de poder, Rubiales se hallará con un consejo renovado. Las salidas y entradas de consejeros en el máximo órgano de administración de Unicaja han sido incesantes. En los últimos meses, el banco ha renovado 9 de los quince consejeros con lo que cuenta. Por un lado, la Fundación Unicaja, el mayor accionista del banco con el treinta% del capital, reemplazó a inicios de año sus 4 consejeros. La entidad dirigida por José Manuel Domínguez procuraba desvincularse de la herencia del precedente equipo gestor de Braulio Medel y contar con representantes más alineados con la nueva dirección.

Por otro lado, la entidad asimismo ha renovado a 4 de sus consejeros independientes. Tras las renuncias de Jorge Delclaux y María Garaña y la no renovación de Isidoro Unda Urzaiz y María Teresa Costa Campi por la parte de la junta del banco, el consejo se hallaba de forma temporal formado por once consejeros y solo dos de ellos como independientes. Para reequilibrar la composición, en las últimas semanas Unicaja ha incorporado a Antonio Carrascosa, exdirector general del FROB; Rocío Fernández, exsocia de la asesora PwC; Inés Guzmán, la consejera encargada de Accenture en España; y a Nuria Aliño, ex del Banco Mundial y de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.

Mercedes Cruz Ocaña