El proceso ha sido veloz. Elon Musk anunció este domingo que “pronto diríamos adiós a la marca Twitter” para transformarse en X, la plataforma para todo soñada por el magnate. Y ya esta mañana, hora de España, el nuevo logotipo con el aspa encabeza la red social. Desde esta madrugada, la página con el nuevo nombre, X.com, ya debería redirigir a Twitter. Sin embargo, muchos usuarios prosiguen encontrándose aún con una página de GoDaddy, un servicio de venta de dominios, que anuncia que el nombre está a la venta.
La cuenta de Elon Musk ya tiene el nuevo logotipo con negro de fondo, que apunta a que va a pasar a ser el nuevo color corporativo. La X ya se ha proyectado asimismo en la construcción de la sede de lo que aún es Twitter en San Francisco. Junto a los enigmáticos mensajes de Musk, que lleva toda la madrugada tuiteando sin parar sobre su nuevo nombre, la nueva jefe ejecutiva de la compañía, Linda Yaccarino, dio alguna pista más del cambio.
La pretensión de Musk es transformar el viejo Twitter en una plataforma que deje considerablemente más cosas: pagos y correo son las más esenciales. “X es el estado futuro de la interactividad ilimitada, centrada en audio, vídeo, mensajería, pagos/banca, creando un mercado global para ideas, bienes, servicios y oportunidades. Impulsado por IA [inteligencia artificial], X nos conectará a todos de maneras que apenas comenzamos a imaginar”, escribió Yaccarino en su mensaje. Musk prosigue respondiendo con efusión a mensajes que se ríen del cambio o resaltan que no tiene ningún sentido. Es bastante difícil con Musk, como otras veces, saber de qué manera de pensado estaba todo y qué impacto real va a tener.
Tanto el nombre como la pretensión de transformar Twitter en una “superapp” son viejos sueños de Musk. La idea del nombre la tiene desde el siglo veinte, cuando bautizó X.com a su startup de pagos, que terminó siendo tragada por Paypal. Y desde dos mil diecisiete Musk recompró el dominio a Paypal y tiene la pretensión de crear algo con ese nombre. También, aun ya antes de adquirir Twitter, su visión era transformar una plataforma que ya tenía cientos y cientos de millones de usuarios en algo más que una página de mensajes cortos. El éxito de la china WeChat, que deja pagos y correo privada y pública, ha sido uno de los referentes claros de Musk. Es bastante difícil valorar si los cambios y la inestabilidad de la plataforma desde el instante en que Musk la adquirió van a facilitar que sus usuarios le confíen pagos y otro género de intercambios, mas esa es su apuesta. Por supuesto, no está nada claro de qué manera ni en qué momento se van a poner en marcha todos estos cambios.
Este cambio afecta al logotipo y nombre oficial de la app, si bien Musk ya había alterado el nombre de la compañía a X. Musk asimismo anunció este domingo en un correo interno a sus empleados el cambio de nombre, conforme informa una cronista estadounidense en Threads, la app de Meta recién creada para competir con Twitter y que tal vez ha acelerado las pretensiones de Musk.
El inconveniente del cambio de nombre no es banal. ¿Cuántos de sus usuarios van a pasar a decir “lo he visto en X” en vez de Twitter? ¿De qué manera se van a llamar los tweets, twittear y retuits? Musk pretende que los llamemos “x’s”, que en castellano se pronunciaría “equis”, como la propia letra. ¿A cuánta gente no le va a hacer gracia tener una cuenta con miles y miles de seguidores en X, un nombre de forma tradicional asociado a la pornografía? A Musk seguramente todos estos desafíos le parezcan menores, mas ya ha comenzado su batalla particular contra los usuarios a fin de que vayan asimilando el cambio.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.