La reciente venta del 7% de BlackRock mediante su división de infraestructuras, GIP, marca un punto de inflexión para Naturgy. Esta transacción podría ser clave para resolver los problemas de gobernanza que han obstaculizado el progreso de la gasista en los últimos años.
Reconfiguración del Consejo de Administración
El consejo de Naturgy está compuesto por 15 miembros, donde GIP y CVC, cada uno con un 18% de participación, habían nombrado a tres consejeros. Criteria, el principal accionista con un 23,9%, también cuenta con tres representantes, sumando a IFM, que posee un 15%, y dos consejeros. Aparte, el consejo tiene tres consejeros independientes.
Con esta nueva venta, GIP podría perder uno de sus consejeros, lo que limitaría su poder de veto, que actualmente les permite bloquear decisiones cruciales como ventas de activos, adquisiciones o modificaciones en la política de dividendos. La clave radica en que seis consejeros pueden vetar decisiones, y con esta reconfiguración, GIP y CVC podrían perder esa capacidad si GIP baja al 11% tras la transacción.
Diversidad de Intereses en el Capital
En los últimos años, Naturgy ha estado lidiando con una mezcla de accionistas con diferentes objetivos. Mientras GIP y CVC priorizan su salida del capital, Criteria e IFM tienen una visión más estable y a largo plazo. Esta diversidad de intereses ha complicado la toma de decisiones dentro de la compañía. La reciente venta de GIP podría simplificar este panorama, dando lugar a varias opciones estratégicas.
Nuevas Estrategias para el Futuro
Una posible dirección sería reemplazar un consejero de GIP o CVC por uno independiente, lo que beneficiaría la gobernanza corporativa. Otra alternativa sería colocar a un ejecutivo en el consejo y nombrar un nuevo CEO que trabaje junto a Francisco Reynés, para fortalecer la dirección.
La tercera opción contemplaría la reducción del consejo a 14 miembros, manteniendo el equilibrio actual de poder y asegurando que GIP y CVC continúen con el poder de veto. Aún así, el escenario más disruptivo podría producirse si se amplía el consejo a 16 miembros, lo que podría despojar a GIP y CVC de su veto ante decisiones clave.
La Importancia de la Reconfiguración del Capital
Cualquiera que sea el resultado, el proceso de reconfiguración del consejo puede tardar semanas o incluso meses. La próxima junta de accionistas será un momento crucial para abordar este tema, específicamente programada para marzo o abril. Naturalmente, esta reestructuración afectará las dinámicas entre los diferentes accionistas.
Antes de realizar la colocación del 7,1% de acciones, BlackRock comunicó su plan tanto a Moncloa como a Criteria. A pesar de la potencial disminución del poder de CVC y BlackRock, ambos siguen mostrando interés en ser accionistas significativos dentro de Naturgy. Esto podría permitir una mayor flexibilidad de acción por parte de la dirección, que ha enfrentado conflictos de interés en el pasado.
Nuevos Horizontes para IFM
Para IFM, una compañía con un enfoque de inversión a largo plazo, este es un momento decisivo. A pesar de haber tenido diferencias en el pasado con Criteria, cualquier cambio en la estructura del consejo podría ofrecerles una posición de influencia significativa. Además, se rumorea que IFM podría aumentar su participación en la compañía.
Finalmente, es crucial que cualquier cambio siga las pautas regulatorias vigentes. Hasta el momento, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no ha planteado objeciones a los movimientos accionariales, lo cual es positivo para el futuro de la gobernanza de Naturgy. Con el panorama en constante cambio, el equilibrio de poder dentro de la empresa se vuelve más relevante que nunca para su desarrollo y estrategia a largo plazo.
