En la fascinante trama de Succession, la serie de HBO que ha capturado la atención del público, unos hermanos se ven envueltos en una cruda lucha por tomar las riendas del vasto imperio mediático creado por su padre. En un momento de desesperación, uno de ellos exclamó, recordando la tensión infantil por un juguete: “¡Soy el mayor!”. Sin embargo, en la vida real, la historia de Bertelsmann, uno de los mayores conglomerados de comunicación a nivel mundial, muestra que el hermano menor, Thomas Coesfeld, de 35 años, se ha llevado la victoria frente a su hermano mayor, Carsten, de 38 años, siendo él quien asumirá la dirección de la compañía en 2027.

La herencia familiar: más que una simple empresa

En un relato intrigante, el Financial Times revela que, cuando ambos hermanos eran solo adolescentes, sus abuelos los reunieron para discutir su futuro en la empresa familiar, fundada hace 190 años como una pequeña imprenta por Carl Bertelsmann. No es común que a esa edad se tome una decisión tan trascendental, pero las dinastías empresariales a menudo reflejan la dinámica de las familias reales.

Ambos hermanos pertenecen a la séptima generación de la familia que ha llevado adelante el legado. Su abuelo Reinhard Mohn transformó la compañía, después de la Segunda Guerra Mundial, en un titán de los medios europeos, logrando una facturación de 19.000 millones de euros. Es interesante notar que, aunque la mayor parte del capital está en manos de la familia y sus fundaciones, Liz Mohn, la abuelastra de los Coesfeld, y su hijo Christoph, actual presidente del consejo de administración, han jugado roles fundamentales en la toma de decisiones.

Caminos profesionales en paralelo

A pesar de sus trayectorias laborales distintas, Carsten y Thomas Coesfeld han compartido varios hitos: ambos estudiaron Administración de Empresas en la prestigiosa WHU, pero sus trayectorias divergen con Carsten concluyendo un MBA en la London School of Economics, mientras que Thomas optó por la Goizueta Business School en Atlanta. Antes de integrarse a la firma familiar, Carsten trabajó en la banca con Goldman Sachs, mientras que Thomas se adentró en el mundo de la consultoría en McKinsey.

En 2016, Thomas inició su trayectoria en Bertelsmann, participando en un programa para emprendedores. Su ascenso fue rápido: en octubre de 2020, se unió a BMG, una multinacional musical que logró atraer su atención con catálogos de artistas de renombre como Tina Turner y Paul Simon. Su trabajo no pasó desapercibido; la revista Billboard lo incluyó en la lista de Indie Power Players, mientras que Handelsblatt lo destacó entre los Líderes del futuro.

Un liderazgo atractivo y comunicativo

Thomas ha demostrado una habilidad comunicativa que ha inclinado la balanza a su favor. Durante una reunión con más de 500 ejecutivos, su presentación estuvo marcada por una conexión genuina con la audiencia, presentándose de manera informal pero efectiva. Su hermano Carsten, aunque también calificado, tiene un enfoque más analítico a su cargo como líder de la división de capital riesgo.

La relación familiar: un desafío constante

A pesar de las comparaciones con la ficción, la relación entre los Coesfeld parece sólida. Tras el anuncio de su nominación, Carsten felicitó a su hermano públicamente, expresando su orgullo. Aunque algunos sostienen que la decepción podría estar presente en el hermano mayor, desde la empresa se niega cualquier rivalidad.

Con más de un año por delante antes de que Thomas asuma formalmente como CEO, tiene tiempo para prepararse y aprender bajo la tutela del actual director, Thomas Rabe, quien ha estado guiando a “los niños” a lo largo de estos años.

Los desafíos son significativos: la familia debe enfrentar el panorama en constante cambio de la industria del streaming, especialmente con competidores como Netflix y las tensiones políticas que amenazan su negocio en Estados Unidos, uno de sus mercados más grandes.

A lo largo de los próximos años, queda la esperanza de que los hermanos Coesfeld puedan compartir historias sobre sus propios hijos y plantearles la pregunta que ha perdurado durante generaciones: ¿están listos para continuar el legado familiar?

Un apetito por la velocidad

Con la atención de los medios centrada en su juventud, que a menudo se asocia con inexperiencia, el perfil laboral de Thomas no parece indicar que carezca de madurez. Sin embargo, un rasgo a destacar es su amor por la velocidad. Durante la presentación de un coche de la marca Xiaomi, no dudó en solicitar al conductor que acelerara de 0 a 200 kilómetros por hora en varias ocasiones, mostrando que su audacia va más allá de lo profesional.

Su camino como líder de Bertelsmann promete ser apasionante, lleno de retos y oportunidades en un panorama mediático en plena transformación.