El Mar: Terreno de Confrontación en la Guerra Económica

El Mar: Terreno de Confrontación en la Guerra Económica

En un giro significativo de los acontecimientos, Donald Trump proclamó en abril el retorno del dominio estadounidense sobre los océanos. Aunque esta decisión pasó desapercibida entre las complejidades de los aranceles, marca el inicio de una nueva era en la explotación económica del mar, poniendo fin a la «ceguera marítima» que había dejado el terreno despejado para el ascenso de China como fuerza marítima dominante. En contraste con otros sectores económicos en conflicto, Europa y España tienen un papel crucial que desempeñar en esta batalla naval.

El Declive de la Potencia Marítima de EE. UU.

El retroceso de Estados Unidos como potencia marítima se aceleró en 1981, tras la eliminación de las subvenciones a los astilleros por parte de Ronald Reagan. Sin estas ayudas, muchos barcos comenzaron a construirse en países con costos más bajos. En 1977, los astilleros estadounidenses produjeron más de un millón de toneladas de buques mercantes, cifra que se desplomó a 300,000 en 2005. Actualmente, naciones como China, Corea del Sur y Japón controlan entre el 85% y el 90% del tonelaje mundial de construcción naval.

Para poner esto en perspectiva, China cuenta con 5,500 barcos comerciales, mientras que EE. UU. solo tiene 185, en un contexto donde el 80% del comercio global se realiza por mar.

La Recuperación de EE. UU. y Nuevas Legislaciones

La crisis del Covid-19 puso de relieve las vulnerabilidades de la cadena de suministro, y el encallamiento del Ever Given en el canal de Suez fue un ejemplo claro del caos en el transporte marítimo. En respuesta, Trump implementó medidas que incluían la imposición de tasas a barcos fabricados en China, independientemente de su bandera. Aunque las represalias de Pekín fueron inmediatas y se anunció la suspensión de estas amenazas a inicios de noviembre, estas acciones coinciden con la celebración de su veto a las nuevas regulaciones sobre emisiones contaminantes en el sector marítimo.

El Desafío de las Normas Medioambientales

Las decisiones de Trump dejaron a la Unión Europea sola en su camino hacia la descarbonización del transporte marítimo. Según Jordi Torrent de la Asociación Mediterránea de Puertos, el sector representa menos del 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo los óxidos de azufre (SOx) el mayor problema. Sin embargo, los barcos que atracan en puertos europeos deben cumplir con el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), lo que conduce a una interesante dinámica donde algunas navieras eligen desviar sus rutas a puertos marroquíes o británicos para reducir costos.

La Evolución Tecnológica en la Industria Naval

El contacto reindustrializador y la localización de actividades, como la producción de automóviles eléctricos, podrían influir en una caída de los precios del flete, como explica Carlos Santana, director de logística en el IE. Además, el debilitamiento de las normas marítimas ha incrementado los riesgos para infraestructuras críticas instaladas en los océanos, incluyendo cables de comunicación que han sido atacados.

Para contrarrestar estas amenazas, el modelo español de protección se basa en la colaboración entre el sector público y privado. El proyecto IndraMind, por ejemplo, utiliza inteligencia artificial para proteger las infraestructuras submarinas, integrando sensores, drones y tecnologías de monitoreo avanzadas.

Las embarcaciones autónomas también están a la vanguardia de la tecnología naval. Lorin Selby, excontralmirante de la Armada de EE. UU., señala que estas embarcaciones son efectivas pero enfrentan desafíos por las condiciones del mar. La implementación de sistemas digitales del siglo XXI en barcos del siglo XX es otra barrera que debe superarse.

Innovaciones en Astilleros Españoles

En esta nueva etapa, España se destaca con astilleros como Gondan, que ha modernizado su infraestructura desde 1925 y se especializa en barcos no tripulados. Su capacidad de exportar el 90% de su producción resalta el compromiso de la industria naval española con la innovación y la tecnología avanzada.

Además, Navantia, la empresa pública de construcción naval, compite con los grandes fabricantes globales, incorporando tecnologías punteras como gemelos digitales en sus modelos más recientes.

Los océanos son un campo de batalla vital para el comercio y la seguridad global, y las naciones que se preparen para navegar estas aguas con innovación y colaboración estarán mejor posicionadas para prosperar en el futuro.