Cataluña investiga un bocadillo con embutido contaminado como posible fuente de peste porcina

Cataluña investiga un bocadillo con embutido contaminado como posible fuente de peste porcina

Cataluña enfrenta una grave crisis ocasionada por un brote de peste porcina africana (PPA), y las autoridades están comenzando a investigar sus posibles orígenes. Òscar Ordeig, el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Generalitat, ha señalado que es prematuro identificar la fuente exacta del virus, pero una de las hipótesis más alarmantes apunta a un embutido en mal estado. «La probabilidad de que el virus provenga de un bocadillo contaminado es bastante alta», explicó Ordeig. Las características de la zona, con un intenso tráfico de camiones y áreas de servicio cercanas, incrementan el riesgo de que un jabalí haya consumido alimento infectado.

El brote, localizado en la sierra de Collserola, alrededor de Barcelona, ha provocado la movilización de un gran operativo de emergencia. Desde el pasado domingo, un grupo del GIETMA se encuentra en la región, y este lunes se unieron 117 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Este equipo cuenta con avanzados recursos como estaciones de descontaminación, equipos para la captura de animales y drones especializados en la búsqueda y detección nocturna.

A pesar de la gravedad de la situación, las acciones de control se encuentran en una fase inicial. Desde que se identificó el brote el viernes pasado, se han registrado dos muertes confirmadas de jabalíes por PPA, junto con otros ocho ejemplares sospechosos y 40 más en análisis. Todos estos casos han sido localizados en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Barcelona, una zona crítica por su conectividad vial, donde múltiples carreteras se cruzan.

El jefe de los Grupos Especiales de Agentes Rurales, Lluís Pallarès, ha explicado que se ha establecido un radio de seis kilómetros alrededor de los jabalíes afectados. Para optimizar la vigilancia, el área se ha dividido en cuadrículas de 300 metros, que están siendo examinadas meticulosamente. Además, se han implementado barreras físicas y químicas para impedir que los jabalíes infectados se desplacen y propaguen el virus. Las medidas adoptadas son contundentes; se estima que la población de jabalíes en la zona alcanza a diez por kilómetro cuadrado. Mientras que los jabalíes infectados deben ser sacrificados, el futuro de los demás también es incierto. Aunque hasta ahora el virus solo ha afectado a la fauna salvaje y las 39 granjas cercanas están libres de PPA, el temor ya se ha extendido a los mercados, que están reaccionando negativamente a las exportaciones catalanas.

Estas acciones subrayan la seriedad de la situación y la necesidad de vigilancia constante para contener un posible desbordamiento de la enfermedad. La comunidad permanece atenta mientras se concretan más investigaciones y se implementan nuevas medidas.